DEUTERONOMIO 3:1-11
DEUTERONOMIO 3:1-11 RV2020
Volvimos, pues, y subimos camino de Basán. Entonces Og, rey de Basán nos salió al encuentro con todo su pueblo para pelear en Edrei. Pero el Señor me dijo: No tengas temor de él, porque en tus manos lo he entregado junto con todo su pueblo y su tierra. Harás con él como hiciste con Sehón, el rey amorreo que habitaba en Hesbón. El Señor, nuestro Dios, entregó también en nuestras manos a Og, rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual derrotamos hasta acabar con todos. Tomamos entonces todas sus ciudades. No quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la tierra de Argob, del reino de Og en Basán. Todas estas eran ciudades fortificadas con muros altos, con puertas y barras, sin contar otras muchas ciudades sin muro. Y las destinamos al exterminio, como hicimos con Sehón, rey de Hesbón, por lo que matamos en cada población a hombres, mujeres y niños. Pero nos quedamos con todo el ganado y el botín de las ciudades. También tomamos en aquel tiempo la tierra desde el arroyo de Arnón hasta el monte Hermón de manos de los dos reyes amorreos que estaban a este lado del Jordán (los sidonios llaman a Hermón, Sirión, y los amorreos, Senir): todas las ciudades de la llanura, todo Galaad y todo Basán, hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán. Og, el rey de Basán, era el único que quedaba de los gigantes. Su cama, una cama de hierro, ¿no está en Rabá de los hijos de Amón? Mide cuatro metros y medio de largo por dos de ancho, tomando como medida el codo humano.