DEUTERONOMIO 6:1-25
DEUTERONOMIO 6:1-25 RV2020
Estos, pues, son los mandamientos, estatutos y decretos que el Señor, vuestro Dios, mandó que os enseñara, para que los pongáis por obra en la tierra a la que vais a pasar para tomarla en posesión, a fin de que temas al Señor, tu Dios, y cumplas todos los estatutos y mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que se prolonguen tus días. Oye, pues, Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho el Señor, el Dios de tus padres. Oye, Israel: el Señor, nuestro Dios, el Señor es uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. Se las repetirás a tus hijos, y les hablarás de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas de camino, al acostarte y cuando te levantes. Las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas. Cuando el Señor, tu Dios, te haya introducido en la tierra que juró a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob que te daría, en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, con casas llenas de toda clase de bienes, las cuales tú no llenaste, con cisternas cavadas, que tú no cavaste, y viñas y olivares que no plantaste, luego que comas y te sacies, cuídate de no olvidarte del Señor, que te sacó de la tierra de Egipto, donde eras esclavo. Al Señor, tu Dios, temerás, a él solo servirás y por su nombre jurarás. No vayáis tras dioses ajenos, tras los dioses de los pueblos que están a vuestro alrededor, porque el Señor, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso; su furor se inflamaría contra ti y te haría desaparecer de sobre la tierra. No tentaréis al Señor, vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah. Cumplid cuidadosamente los mandamientos del Señor, vuestro Dios, sus testimonios y los estatutos que te ha mandado. Haz lo recto y bueno ante los ojos del Señor, para que te vaya bien y llegues a poseer la buena tierra que el Señor juró dar a tus padres, y para que él arroje a tus enemigos de delante de ti, como el Señor ha dicho. Mañana, cuando te pregunte tu hijo: «¿Qué significan los testimonios, estatutos y decretos que el Señor, nuestro Dios, os mandó?», dirás a tu hijo: «Nosotros éramos esclavos de Faraón en Egipto, y el Señor nos sacó de allí con mano poderosa. El Señor hizo delante de nuestros ojos señales y milagros grandes y terribles en Egipto, contra Faraón y contra toda su casa. Y nos sacó de allá para traernos y darnos la tierra que prometió a nuestros padres. El Señor nos mandó que cumplamos todos estos estatutos, y que temamos al Señor, nuestro Dios, para que nos vaya bien todos los días y para que nos conserve la vida, como hasta hoy. Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante del Señor, nuestro Dios, como él nos ha mandado».