ÉXODO 5:1-22
ÉXODO 5:1-22 RV2020
Después Moisés y Aarón se presentaron ante Faraón, y le dijeron: —El Señor, el Dios de Israel, dice así: «Deja ir a mi pueblo para que me celebre en mi honor una fiesta en el desierto». Pero Faraón respondió: —¿Quién es el Señor para que yo lo obedezca y deje ir a Israel? Yo no conozco al Señor, ni tampoco dejaré ir a Israel. Ellos dijeron: —El Dios de los hebreos se nos ha manifestado; hemos de ir, pues, ahora, tres días de camino por el desierto, y ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios, para que no nos castigue con peste o con espada. Entonces el rey de Egipto les dijo: —Moisés y Aarón, ¿por qué distraéis al pueblo de su trabajo? Volved a vuestras tareas. Dijo también Faraón: —Ahora que el pueblo es numeroso, vosotros queréis apartarlo de sus trabajos. Aquel mismo día Faraón dio esta orden a los cuadrilleros encargados de las labores del pueblo y a sus capataces: —De aquí en adelante no daréis paja al pueblo para hacer ladrillo, como hasta ahora; que vayan ellos y recojan por sí mismos la paja. Les obligaréis a hacer la misma cantidad de ladrillos que hacían antes. ¡No les perdonéis ni un solo ladrillo! Son unos holgazanes y por eso gritan: «Vamos y ofrezcamos sacrificios a nuestro Dios». Que se les aumente el trabajo, para que estén ocupados y no atiendan a palabras mentirosas. Los cuadrilleros y sus capataces salieron y dijeron al pueblo: —Así ha dicho Faraón: «Ya no os daré paja. Id vosotros y recoged la paja donde la halléis, pero nada se disminuirá de vuestra tarea». Entonces el pueblo se esparció por toda la tierra de Egipto para recoger rastrojo en lugar de paja. Y los cuadrilleros les apremiaban: —Acabad vuestra obra, la tarea de cada día en su día, como cuando se os daba paja. Y azotaban a los capataces de los hijos de Israel que los cuadrilleros de Faraón habían puesto sobre ellos, y les decían: —¿Por qué no habéis cumplido ni ayer ni hoy vuestra tarea de ladrillos como antes? Los capataces de los hijos de Israel fueron a quejarse ante Faraón y le dijeron: —¿Por qué tratas así a tus siervos? No se da paja a tus siervos, y con todo nos dicen: «Haced el ladrillo». Además, tus siervos son azotados, y tu pueblo es el culpable. Él respondió: —Estáis ociosos, sí, ociosos, y por eso decís: «Vamos y ofrezcamos sacrificios al Señor». Id, pues, ahora, y trabajad. No se os dará paja, pero debéis hacer igual cantidad de ladrillos que antes. Los capataces de los hijos de Israel se sintieron afligidos cuando les dijeron: «No se rebajará la producción diaria de ladrillos». Cuando salían de la presencia de Faraón, se encontraron con Moisés y Aarón, que los estaban esperando, y les dijeron: —Que el Señor os examine y os juzgue, pues nos habéis hecho odiosos ante Faraón y sus siervos, y les habéis puesto la espada en la mano para que nos maten. Entonces Moisés se volvió al Señor y le preguntó: —Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?