EZEQUIEL 34:1-31
EZEQUIEL 34:1-31 RV2020
Vino a mí palabra del Señor: —Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no apacientan a los rebaños? Os alimentáis con la leche de las ovejas, os vestís con su lana y degolláis a la engordada, pero no las apacentáis. No fortalecisteis a las débiles ni curasteis a la enferma; no vendasteis la perniquebrada ni volvisteis al redil a la descarriada ni buscasteis a la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia. Andan errantes por falta de pastor y son presa de todas las fieras del campo. ¡Se han dispersado! Han andado perdidas mis ovejas por todos los montes y por todo collado alto. Por toda la tierra fueron esparcidas mis ovejas y no hubo quien las buscara ni quien preguntara por ellas. Por tanto, pastores, oíd palabra del Señor: Vivo yo, ha dicho el Señor, que por cuanto mi rebaño fue expuesto al robo, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron a mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos y no apacentaron a mis ovejas; por eso, pastores, oíd palabra del Señor. Así ha dicho el Señor: ¡Yo estoy contra los pastores y voy a pedirles cuentas de mis ovejas! Haré que dejen de apacentar mis ovejas, y ya no se apacentarán más los pastores a sí mismos, pues yo libraré a mis ovejas de sus bocas para que ya no les sirvan de alimento. Porque así ha dicho el Señor: Yo, yo mismo, iré a buscar a mis ovejas, y las reconoceré. Como reconoce su rebaño el pastor el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré yo a mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas el día del nublado y de la oscuridad. Yo las sacaré de los pueblos y las juntaré de los países; las traeré a su propio país y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas y en todos los lugares habitados del país. En buenos pastos las apacentaré y en los altos montes de Israel estará su pastizal; allí dormirán en buen redil y con pastos suculentos serán apacentadas sobre los montes de Israel. Yo apacentaré a mis ovejas y les daré aprisco, dice el Señor. Yo buscaré a la perdida y haré volver al redil a la descarriada, vendaré a la perniquebrada y fortaleceré a la débil; pero a la engordada y a la fuerte destruiré: las apacentaré con justicia. En cuanto a vosotras, ovejas mías, así ha dicho el Señor: Yo juzgo entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos. ¿No os basta con comer los buenos pastos, sino que también pisoteáis lo que de vuestros pastos queda, y cuando bebéis las aguas claras enturbiáis el resto con vuestros pies? Y así mis ovejas han de comer lo que vosotros habéis pisoteado y han de beber lo que con vuestros pies habéis enturbiado. Por tanto, así les dice el Señor: Yo, yo mismo, juzgaré entre la oveja engordada y la oveja flaca, por cuanto empujasteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las echasteis y las dispersasteis. Yo salvaré a mis ovejas y nunca más serán objeto de rapiña; y juzgaré entre oveja y oveja. Yo levantaré sobre ellas a un pastor que las apaciente: mi siervo David. Él las apacentará, pues será su pastor. Yo, el Señor, seré el Dios de ellos, y mi siervo David, en medio de ellos, será su gobernante. Yo, el Señor, he hablado. Estableceré con ellos un pacto de paz, y quitaré de la tierra las fieras; habitarán en el desierto con seguridad y dormirán en los bosques. Y daré bendición a ellos y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo: lluvias de bendición serán. El árbol del campo dará su fruto y la tierra dará su fruto. Estarán en su tierra con seguridad, y sabrán que yo soy el Señor, cuando rompa las correas de su yugo y los libre de mano de los que se sirven de ellos. Ya no servirán de botín a otras naciones ni los devorarán las bestias salvajes, sino que habitarán con seguridad y no habrá quien las espante. Prepararé para ellos un plantío de renombre, y nunca más serán consumidos por el hambre en el país ni nunca más serán ultrajadas por las naciones. Y sabrán que yo, el Señor, su Dios, estoy con ellos, y que ellos son mi pueblo, la casa de Israel, dice el Señor. Y vosotras, ovejas mías, ovejas de mi pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice el Señor.