HEBREOS 2:9-18
HEBREOS 2:9-18 RV2020
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra a causa de la muerte que padeció. Dios, en su gracia, quiso que experimentara la muerte en favor de todos. Convenía que Dios, por quien existen todas las cosas y por quien todas las cosas subsisten, perfeccionara por medio de las aflicciones al autor de la salvación de ellos, para llevar muchos hijos a la gloria. Porque tanto el que santifica como los que son santificados, proceden del mismo Padre. Por eso él no se avergüenza de llamarlos hermanos, cuando dice: Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré . Y otra vez dice: Yo confiaré en él. Y de nuevo: Aquí estoy yo con los hijos que Dios me dio . Así que, lo mismo que los hijos han compartido una misma carne y sangre, Jesús también participó de lo mismo para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo. De este modo liberó a todos los que, por el temor de la muerte, estaban durante toda la vida sometidos a esclavitud. Pues es evidente que no vino a socorrer a los ángeles, sino a los descendientes de Abrahán. Por eso debía ser en todo semejante a sus hermanos, para poder ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en el servicio de Dios para expiar los pecados del pueblo. Precisamente porque él mismo padeció al ser tentado, ahora es poderoso para socorrer a los que son tentados.