ISAÍAS 6:5-8
ISAÍAS 6:5-8 RV2020
Entonces dije: «¡Ay de mí que soy hombre muerto!, porque, aunque soy hombre inmundo de labios que habita en medio de un pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, al Señor de los ejércitos». Y voló hacia mí uno de los serafines, con un carbón encendido en la mano, tomado del altar con unas tenazas. Tocó con él mi boca y me dijo: —Al tocar esto tus labios, se ha quitado tu culpa y ha quedado limpio tu pecado. Después oí la voz del Señor, que decía: —¿A quién enviaré y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: —Aquí me tienes, envíame a mí.