JUECES 13:2-7
JUECES 13:2-7 RV2020
En Zora, de la tribu de Dan, había un hombre que se llamaba Manoa. Su mujer nunca había tenido hijos, porque era estéril. A esta mujer se le apareció el ángel del Señor y le dijo: —Tú eres estéril y nunca has tenido hijos, pero concebirás y darás a luz un hijo. Ahora, pues, no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda, pues quedarás embarazada y darás a luz un hijo. No pasará navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo consagrado a Dios desde antes de nacer, y comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos. La mujer fue y se lo contó a su marido: —Un hombre de Dios vino a mí, cuyo aspecto era muy temible, como el de un ángel de Dios. No le pregunté de dónde venía ni quién era, ni tampoco él me dijo su nombre. Pero sí me dijo: «He aquí que tú concebirás y darás a luz un hijo; por tanto, desde ahora no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque este niño será nazareo consagrado a Dios desde antes de nacer hasta el día de su muerte».