Logo de YouVersion
Icono de búsqueda

JUECES 3:16-30

JUECES 3:16-30 RV2020

Aod se había hecho un puñal de dos filos, de casi medio metro de largo, y lo llevaba ajustado al muslo derecho debajo de la ropa. Y fue Aod y entregó el presente a Eglón, rey de Moab, quien era un hombre muy grueso. Después de entregar el presente, Aod despidió a los mensajeros que lo habían llevado. Pero al llegar al lugar donde están los ídolos de Gilgal, Aod regresó y dijo a Eglón: —¡Oh Rey!, tengo una palabra secreta para ti. Entonces dijo el rey: —Calla. Y salieron de delante de él todos los que allí estaban. Aod se acercó al rey, que estaba sentado solo en una sala de verano, y le dijo: —Tengo palabra de Dios para ti. Eglón se levantó de la silla. Entonces Aod alargó su mano izquierda, tomó el puñal de su lado derecho y se lo metió por el vientre de tal manera que con la hoja entró también la empuñadura, y la grasa cubrió la hoja, pues Aod no sacó el puñal de su vientre, y brotó el excremento. Aod salió al patio y tras de sí cerró con llave las puertas de la sala. Cuando ya había salido, vinieron los siervos del rey, quienes al ver las puertas de la sala cerradas, dijeron: —Sin duda, está haciendo sus necesidades en la sala de verano. Tras mucho esperar, y confusos porque el rey no abría las puertas de la sala, tomaron la llave, abrieron y encontraron a su señor tendido en el suelo, muerto. Mientras ellos esperaban, Aod escapó y, tras pasar los ídolos, se puso a salvo en Seirat. Cuando entró en Israel, tocó el cuerno en los montes de Efraín, y los hijos de Israel descendieron con él del monte, y Aod iba al frente de ellos. Y les dijo: —Seguidme, porque el Señor ha entregado a vuestros enemigos moabitas en vuestras manos. Ellos descendieron con él, y ocuparon los vados del Jordán que llevan a Moab y no dejaron pasar a nadie. Mataron en aquel tiempo como a diez mil hombres moabitas, todos valientes y todos hombres de guerra; no escapó ni uno. Así fue subyugado Moab aquel día bajo la mano de Israel. Y hubo paz en la tierra durante ochenta años.

Lee JUECES 3