JEREMÍAS 37:11-21
JEREMÍAS 37:11-21 RV2020
Aconteció que cuando el ejército de los caldeos se retiró de Jerusalén a causa del ejército de Faraón, Jeremías se dispuso a salir de Jerusalén para irse a tierra de Benjamín, y alejarse del pueblo. Y cuando llegó a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías hijo de Selemías hijo de Hananías, el cual apresó al profeta Jeremías, pues le decía: «¡Tú te vas a pasar a los caldeos!». Jeremías respondió: —¡Falso, no me voy a pasar a los caldeos! Pero él no le escuchó, sino que prendió Irías a Jeremías y lo llevó delante de sus oficiales. Estos se airaron contra Jeremías. Lo azotaron y lo pusieron en prisión en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en cárcel. Jeremías entró en las bodegas de la casa de la cisterna, donde permaneció largo tiempo. El rey Sedecías mandó que se lo llevaran a palacio y le preguntó en secreto: —¿Tienes algún mensaje del Señor? Jeremías dijo: —Lo tengo —y agregó: —Vas a caer en manos del rey de Babilonia. Dijo también Jeremías al rey Sedequías: —¿En qué he pecado contra ti, contra tus siervos o contra este pueblo, para que me pusierais en la cárcel? ¿Dónde están vuestros profetas que os profetizaban: «No vendrá el rey de Babilonia contra vosotros ni contra esta tierra»? Escucha, pues, te ruego, mi señor el rey, atiende ahora mi súplica que traigo delante de ti: ¡No me hagas volver a casa del escriba Jonatán, para que no me muera allí! Entonces, dio orden el rey Sedequías, y custodiaron a Jeremías en el patio de la cárcel, y le hicieron dar una torta de pan al día, de la calle de los Panaderos, hasta que todo el pan de la ciudad se agotó. Y quedó Jeremías en el patio de la cárcel.