JUAN 1
1
I. Prólogo (1.1-18)
1En el principio era la Palabra,
y la Palabra estaba con Dios
y la Palabra era Dios.
2Estaba en el principio junto a Dios.
3Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra
y sin ella nada de lo que ha sido hecho fue hecho.
4En ella estaba la vida
y la vida era la luz de la humanidad.#5.26.
5La luz resplandece en las tinieblas
y las tinieblas no la dominaron.
6Hubo un hombre llamado Juan, enviado por Dios. 7Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él.#Mt 3.1-12; Mc 1.1-8; Lc 3.1-9,15-17. 8Juan no era la luz,#Cf. v. 20. sino testigo de la luz.
9La luz verdadera, la que ilumina a toda la humanidad,
venía al mundo.
10La Palabra estaba en el mundo
y el mundo fue hecho por medio de ella,
pero el mundo no la conoció.
11Vino a lo suyo,
pero los suyos no la recibieron.
12Mas a todos los que la recibieron,
a quienes creen en su nombre,
les dio potestad de ser hechos hijos de Dios,
13hijos no engendrados de sangre
ni por voluntad de carne
ni por voluntad de varón,
sino hijos de Dios.#3.3,5-6; Stg 1.18; 1 P 1.23; 1 Jn 3.9; 5.18.
14Y la Palabra se encarnó #Flp 2.9-11; Heb 2.10,11,14.
y habitó entre nosotros; y vimos su gloria,
la gloria que le corresponde como Hijo único del Padre,
lleno de gracia y de verdad.
15Juan dio testimonio de él y clamó diciendo: «De este es de quien yo decía: “Viene después de mí uno que es superior a mí; porque ya existía antes que yo”».#Cf. vv. 27,30; Mt 3.11 (= Mc 1.7).
16De su plenitud ya hemos recibido todos, y
gracia sobre gracia,
17porque la ley fue dada por medio de Moisés,
pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo.
18A Dios nadie le ha visto jamás.
El Hijo único, que está en el seno del Padre,
ese nos le ha dado a conocer.#Mt 11.27; Lc 10.22; 1 Jn 1.2.
II. Primera parte (1.19–12.50)
1. Juan el Bautista y los primeros discípulos (1.19-51)
Testimonio de Juan el Bautista
(Mt 3.11-12; Mc 1.7-8; Lc 3.15-17)
19Este es el testimonio de Juan, manifestado cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.
20Él confesó y no negó. Confesó:
—Yo no soy el Cristo.
21Y le preguntaron:
—¿Entonces quién eres? ¿Eres Elías?#Mal 4.5-6; Mt 11.14; 17.11-13 (= Mc 9.13).
Respondió:
—No lo soy.
—¿Eres el profeta?#4.19; 6.14; 7.40; 9.17; Dt 18.15,18; Mt 16.14+; Hch 3.22-23; 7.37.
—No.
22Ellos insistieron:
—¿Entonces quién eres? Tenemos que dar respuesta a quienes nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
23Respondió:
—Yo soy, como dijo el profeta Isaías,#Is 40.3. la voz de uno que clama en el desierto: Enderezad el camino del Señor.
24Los enviados pertenecían a los fariseos 25y le preguntaron:
—¿Por qué, pues, bautizas si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta?#Mt 21.25 (= Mc 11.30 = Lc 20.4).
26Juan les respondió:
—Yo bautizo con agua, pero en medio de vosotros está uno a quien vosotros no conocéis, 27el que viene después de mí y que es antes de mí, del cual no soy digno de desatar la correa de su calzado.#Mc 1.7.
28Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando.
El Cordero de Dios
29Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo:
—¡Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! 30A él me refería yo cuando dije: «Viene después de mí uno, que es superior a mí; porque ya existía antes que yo».#Cf. v. 15. 31Ni yo mismo lo conocía, pero por eso vine bautizando con agua: para que él tenga ocasión de darse a conocer a Israel.
32Juan continuó dando testimonio:
—Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma y permaneció sobre él. 33Yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: «El que bautiza con el Espíritu Santo es aquel sobre quien veas que desciende el Espíritu y que sobre él permanece». 34Yo lo he visto y testifico que este es el Hijo de Dios.
Los primeros discípulos
35Al día siguiente, Juan estaba de nuevo allí con dos de sus discípulos 36y, mirando fijamente a Jesús que pasaba por allí, dijo: «¡Mirad el Cordero de Dios!».#Cf. v. 29+. 37Los dos discípulos, que se lo oyeron decir, siguieron a Jesús. 38Y volviéndose Jesús y ver que le seguían, les preguntó:
—¿Qué buscáis?
Ellos le dijeron:
—Rabí (que traducido significa «maestro»), ¿dónde vives?
39Les dijo:
—Venid a verlo.
Ellos fueron, y vieron dónde vivía, y se quedaron con él aquel día, porque ya eran como las cuatro de la tarde.
40Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos discípulos que habían oído a Juan y que habían seguido a Jesús.#Mt 4.18-20 (= Mc 1.16-18 = Lc 5.1-11). 41Andrés encontró primero a su hermano Simón, y le dijo:
—Hemos hallado al Mesías (que traducido significa «el Ungido »).#4.25.
42Andrés le llevó a donde estaba Jesús y Jesús le miró y dijo:
—Tú eres Simón, hijo de Jonás. En adelante te llamarás Cefas (que traducido significa «piedra»).
Jesús llama a Felipe y a Natanael
43Al día siguiente Jesús quiso ir a Galilea y encontró a Felipe y le dijo:
—Sígueme.
44Felipe, que era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro, 45se encontró a Natanael y le dijo:
—Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la Ley y del que también hablaron los profetas:#Dt 18.18; Is 7.14; 9.6-7; Jer 23.5; Ez 34.23; Mt 5.17; cf. Jn 5.39. a Jesús, hijo de José y natural de Nazaret.
46Natanael le preguntó:
—¿De Nazaret puede salir algo bueno?#7.41,52.
Respondió Felipe:
—Ven y ve.
47Cuando Jesús vio acercarse a Natanael, dijo de él:
—¡Aquí tenéis a un verdadero israelita en quien no hay engaño! #
Sof 3.13.
48Le dijo Natanael:
—¿De dónde me conoces?
Jesús le respondió:
—Te vi antes de que Felipe te llamara: cuando estabas debajo de la higuera. #
2.24-25; 4.17-19,29; 13.11; 16.30.
49Natanael exclamó:
—¡Rabí, tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel!
50Le respondió Jesús:
—¿Crees porque te dije: «Te vi debajo de la higuera»? Cosas mayores que estas verás.
51Y agregó:
—Os aseguro que de aquí en adelante veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre. #
Gn 28.10-17.
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.