JOB 29
29
19. Segundo monólogo de Job (29–31)
Job evoca su dicha anterior y el respeto que merecía
1Job reanudó su discurso:
2¡Quién me volviera como en los meses pasados,
como en los días en que Dios me guardaba,#1.1-5; 8.6; 42.10,17; 1 S 2.9; Esd 5.5; Sal 40.11.
3cuando hacía resplandecer su lámpara sobre mi cabeza
y a su luz caminaba yo en la oscuridad!
4¡Así fue en los días de mi juventud,
cuando el favor de Dios#Pr 3.32; Jn 15.14-15; Stg 2.23. protegía mi morada;
5cuando aún estaba conmigo el Omnipotente
y mis hijos me rodeaban;#Sal 127.3-5; 128.3.
6cuando yo lavaba mis pies en leche
y de las rocas fluían ríos de aceite!#20.17+.
7Entonces, yo salía a la puerta, a juicio,
y en la plaza hacía preparar mi asiento.
8Al verme, los jóvenes se escondían,
los ancianos se levantaban y permanecían en pie,#Lv 19.32.
9los príncipes dejaban de hablar
y se tapaban la boca con la mano,#21.5.
10y la voz de los principales se apagaba
y se les pegaba la lengua al paladar.
11Entonces, los que me oían me llamaban dichoso,
y los que me veían lo confirmaban,
12porque yo libraba al pobre que clamaba
y al huérfano que carecía de ayudador.#22.9; Sal 72.12-13; Is 11.4-5.
13La bendición del que estaba a punto de perderse venía sobre mí,
y al corazón de la viuda yo procuraba alegría.#24.21.
14Iba yo vestido de justicia, cubierto con ella;
como manto y diadema era mi rectitud.#19.9; Is 59.17+.
15Yo era ojos para el ciego,
pies para el cojo#Lv 19.14; Dt 27.18.
16y padre para los necesitados.#Pr 29.7; Is 22.21.
De la causa que no entendía, me informaba con diligencia;
17y quebraba los colmillos del malvado;
de sus dientes le hacía soltar la presa.#22.8; Is 9.4-5; 11.4.
18Decía yo: «En mi nido moriré.
Como arena multiplicaré mis días».
19Mis raíces se alargaban hasta las aguas,#Sal 1.3.
en mis ramas permanecía el rocío,
20mi honra se renovaba en mí
y mi arco se fortalecía en mi mano.#Gn 27.28; 49.24; Sal 1.3; 103.5; Pr 19.12; Is 40.31; Jer 49.35; Ez 47.12; Os 14.5; Ap 22.2.
21Los que me escuchaban,
esperaban callados mi consejo;#21.5.
22tras mi palabra no replicaban,
pues mi razón destilaba sobre ellos.#Dt 32.2.
23Me esperaban como a la lluvia;
abrían su boca como a la lluvia tardía.#Pr 16.15.
24Si me reía con ellos, no se lo creían;
pero no dejaban apagar la luz de mi rostro.#22.6-9.
25Yo les indicaba su camino y me sentaba entre ellos como el jefe.
Vivía como un rey en medio de su ejército,
o como el que consuela a los que lloran.
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.