LUCAS 10:30-35
LUCAS 10:30-35 RV2020
Respondió Jesús: —Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones. Después de despojarle, le hirieron y se fueron dejándole medio muerto. Por ese camino pasó también un sacerdote y viendo al herido se pasó al otro lado. Del mismo modo que el sacerdote obró un levita cuando llegó al lugar y vio a la víctima. Pero un samaritano que iba de camino al ver al herido sintió gran compasión por él: Se acercó, vendó sus heridas, puso en ellas aceite y vino. Luego, subiéndole a su cabalgadura, le llevó al mesón y cuidó de él. Al día siguiente, al partir, el samaritano sacó dos monedas, se las dio al mesonero y le dijo: «Cuida de él. Yo te pagaré todo lo que gastes de más cuando regrese».