MARCOS 2:1-12
MARCOS 2:1-12 RV2020
Jesús entró otra vez en Capernaún después de algunos días. Cuando se supo que estaba en casa, inmediatamente se juntó mucha gente, de manera que ya no cabían ni aun a la puerta; y Jesús les predicaba la palabra. Entonces acudieron a él cuatro personas que llevaban a un paralítico. Como no podían acercarse a él a causa de la multitud, quitaron parte del techo de la casa donde Jesús estaba y por la abertura bajaron la camilla en que yacía el paralítico. Al ver Jesús la fe de quienes le llevaban, dijo al paralítico: —Hijo, tus pecados te son perdonados. Estaban allí sentados algunos de los escribas y en sus corazones albergaban este pensamiento: «¿Por qué habla de ese modo? Dice blasfemias. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo uno, Dios?». Jesús interiormente se dio cuenta al momento de lo que los escribas pensaban y les preguntó: —¿Por qué pensáis así? ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: «Tus pecados te son perdonados» o decirle: «Levántate, toma tu camilla y anda»? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados —se dirigió al paralítico—: A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. El paralítico se levantó, tomó su camilla e inmediatamente salió en presencia de todos, y todos se asombraron y glorificaban a Dios diciendo: —Nunca hemos visto tal cosa.