NÚMEROS 35
35
Ciudades de los levitas#Lv 25.32-34; Jos 21.1-42; 1 Cr 6.54-81.
1En los campos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, el Señor le dijo a Moisés:
2—Manda a los hijos de Israel que den a los levitas, de la heredad que les pertenece, ciudades en que habiten; también daréis a los levitas los ejidos que están alrededor de esas ciudades. 3Ellos tendrán ciudades donde habitar, y sus ejidos serán para sus animales, su ganado y todas sus bestias. 4Los ejidos de las ciudades que daréis a los levitas deben tener un perímetro de cuatrocientos cincuenta metros de la muralla de la ciudad hacia afuera. 5Fuera de las ciudades, los ejidos a su alrededor deben medir novecientos metros por el este, novecientos metros por el sur, novecientos metros por el oeste, y novecientos metros por el norte, y la ciudad quedará en el centro.
6De las ciudades que daréis a los levitas, seis de ellas serán de refugio, #Jos 20.7-9. las que daréis para que el homicida se refugie allá. Además de estas, daréis cuarenta y dos ciudades. 7Todas las ciudades que daréis a los levitas serán cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos. 8Y en cuanto a las ciudades que deis de la heredad de los hijos de Israel, del que tiene mucho tomaréis mucho y del que tiene poco tomaréis poco. Cada uno dará de sus ciudades a los levitas según la posesión que heredará.
Ciudades de refugio#Cf. v. 6; Ex 21.14; Jos 20.1-9.
(Dt 19.1-13)
9El Señor dijo a Moisés:
10—Habla a los hijos de Israel: Cuando hayáis pasado al otro lado del Jordán hacia la tierra de Canaán, 11señalaréis ciudades, ciudades que os sirvan de refugio, donde huya el homicida que hiera a alguien de muerte, sin intención. 12Esas ciudades serán para refugiarse del vengador, y así no morirá el homicida antes de haber comparecido a juicio delante de la congregación. 13De las ciudades, pues, que daréis, tendréis seis ciudades de refugio. 14Tres ciudades daréis a este lado del Jordán, y tres ciudades daréis en la tierra de Canaán, ellas serán ciudades de refugio. 15Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de Israel, para el extranjero y el que habite entre ellos, para que huya allá cualquiera que hiera de muerte a otro sin intención.
16Si con instrumento de hierro lo hiere y muere, es homicida: el homicida morirá.
17Si lo hiere con una piedra que puede causar la muerte, y muere, es homicida: el homicida morirá.
18Si lo hiere con un palo que puede causar la muerte, y muere, es homicida: el homicida morirá. 19El vengador del delito de sangre podrá matar al homicida tan pronto como lo encuentre.
20Si por odio lo empujó, o lanzó sobre él alguna cosa intencionalmente, y muere; 21o por enemistad lo hirió con sus manos, y murió, el que lo ha herido morirá: es un homicida. El vengador del delito de sangre matará al homicida cuando lo encuentre.
22Pero si lo empujó casualmente y sin enemistad, o lanzó sobre él cualquier instrumento sin mala intención, 23o bien, sin verlo, hizo caer sobre él alguna piedra capaz de matarlo, y muere, pero él no era su enemigo ni procuraba su mal, 24entonces la congregación juzgará entre el que causó la muerte y el vengador de la sangre conforme a estas leyes, 25y la congregación librará al homicida de manos del vengador del delito de sangre. La congregación lo hará volver a la ciudad de refugio en la que se había refugiado, y allí se quedará hasta que muera el sumo sacerdote, el cual fue ungido con el aceite santo.
26Pero si el homicida sale fuera de los límites de la ciudad de refugio en la que recibió asilo, 27y el vengador del delito de sangre lo encuentra y lo mata, no se le culpará por ello, 28pues en su ciudad de refugio debería aquel habitar hasta la muerte del sumo sacerdote. Después de que haya muerto el sumo sacerdote, el homicida volverá a la tierra de su posesión.
Ley sobre los testigos y sobre el rescate
29Estas cosas serán una norma de derecho para vosotros y vuestros descendientes en todas los lugares donde habitéis.
30Cualquiera que dé muerte a alguien, según la declaración de los testigos morirá como homicida; pero un solo testigo no bastará para condenar a muerte a una persona.#Dt 17.6; 19.15. Cf. también Mt 18.16; 2 Co 13.1; 1 Ti 5.19; Heb 10.28.
31No aceptaréis rescate por la vida del homicida, porque está condenado a muerte: indefectiblemente morirá.
32Tampoco aceptaréis rescate por el que huyó a la ciudad de refugio, para que vuelva a vivir en su tierra antes de que muera el sumo sacerdote.
33No contaminaréis la tierra donde viváis, porque esta sangre mancillará la tierra, y la tierra no puede ser purificada de la sangre derramada en ella si no es por la sangre del que la derramó.
34No contaminéis la tierra donde habitáis, en medio de la cual yo habito, pues yo, el Señor, habito en medio de los hijos de Israel.#5.3.
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