PROVERBIOS 11:1-31
PROVERBIOS 11:1-31 RV2020
El Señor detesta el peso falso, pero la pesa cabal le agrada. Cuando llega la soberbia, llega también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría. La integridad guía a los rectos, pero a los pecadores los destruye su propia perversidad. De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia librará de muerte. La justicia del perfecto endereza su camino, pero el malvado caerá por su propia impiedad. La justicia libra a los rectos, pero los pecadores son atrapados en su pecado. Cuando muere el malvado, perece su esperanza; acaba la confianza que puso en las riquezas. El justo es librado de la tribulación, pero su lugar lo ocupa el malvado. El hipócrita, con la boca daña a su prójimo, pero los justos se libran con la sabiduría. Con el bien de los justos se alegra la ciudad, pero cuando los malvados perecen, se hace fiesta. Por la bendición de los rectos la ciudad es engrandecida, pero por la boca de los malvados es trastornada. El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo, pero el prudente calla. El chismoso desvela secretos; quien es de fiar se guarda las cosas. Donde no hay dirección sabia, el pueblo cae; la seguridad está en los muchos consejeros. La ansiedad aflige al que sale fiador de un extraño; el que aborrece las fianzas vive seguro. La mujer agraciada obtiene honores; los fuertes obtienen riquezas. El bondadoso se hace bien a sí mismo, pero el cruel se perjudica a sí mismo. El malvado obra con falsedad; el que siembra justicia obtendrá firme galardón. Como la justicia conduce a la vida, así el que sigue el mal lo hace para su muerte. Detestables son para el Señor los de corazón perverso, pero se complace en los que viven de forma intachable. Tarde o temprano, el malo será castigado, pero la descendencia de los justos se librará. Como anillo de oro en el hocico de un cerdo es la mujer hermosa pero falta de sentido. El deseo de los justos es solamente el bien; la esperanza de los malvados, el enojo. Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de lo justo y acaban en la miseria. El alma generosa será prosperada: el que sacie a otros, también él será saciado. Al que acapara el grano, el pueblo lo maldice, pero bendición cubre la cabeza del que lo vende. El que procura el bien obtendrá favor, pero al que busca el mal, el mal le sobrevendrá. El que confía en sus riquezas caerá, pero los justos reverdecerán como el follaje. El que perturba su casa heredará viento, y el necio será siervo del sabio de corazón. El fruto del justo es árbol de vida; el que gana almas es sabio. Ciertamente, el justo recibe su paga en la tierra, ¡cuánto más el malvado y el pecador!