SALMOS 22:1-8
SALMOS 22:1-8 RV2020
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? Dios mío, clamo de día y no respondes; y de noche no hay para mí descanso. Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel. En ti esperaron nuestros padres; esperaron y tú los libraste. Clamaron a ti y fueron librados; confiaron en ti y no fueron avergonzados. Pero yo soy un gusano, no una persona; un ser despreciable, la vergüenza del pueblo. Todos los que me ven se burlan de mí; tuercen la boca y menean la cabeza, cuando dicen: «Se encomendó al Señor, que él lo libre; que lo salve, puesto que en él se complacía».