APOCALIPSIS 22:1-7
APOCALIPSIS 22:1-7 RV2020
Después el ángel me mostró un río limpio, de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero. En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos al año, uno por mes. Las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. Y no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en medio de la ciudad, sus siervos lo adorarán, verán su rostro y llevarán su nombre en sus frentes. Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará, y reinarán para siempre jamás. Me dijo: —Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado a su ángel para mostrar a sus siervos lo que va a suceder pronto. ¡Vengo pronto! Dichoso el que guarda las palabras de la profecía de este libro.