APOCALIPSIS 6
6
V. Los siete sellos (6.1–8.5)
Los sellos
1Entonces vi cuando el Cordero abrió el primero de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz como de trueno:#10.3-4; 14.2; 19.6.
—¡Ven y ve!
2Y miré, y vi un caballo blanco. #Zac 1.8; 6.3. El que lo montaba tenía un arco, y le fue dada una corona, y salió victorioso, para seguir venciendo.#2.10; 3.11.
3Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía:
—¡Ven y ve!
4Salió otro caballo de color rojo.#Zac 1.8; 6.2. Al que lo montaba le fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que se mataran unos a otros. Y se le dio una gran espada.
5Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía:
—¡Ven y mira!
Miré, y vi un caballo negro.#Zac 6.2,6. El que lo montaba tenía una balanza en la mano. 6Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía:
—Un kilo de trigo por el jornal de un día y tres kilos de cebada por el jornal de un día; pero no desperdicies el aceite ni el vino.
7Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía:
—¡Ven y ve!
8Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el infierno le seguía. Y se les dio poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con cuchillo, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra. #Jer 15.3; Ex 5.12,17; 14.21.
9Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían dado. 10Y clamaban a gran voz:
—¿Cuándo Señor, santo y verdadero,#3.7; 19.11; Jn 7.28. juzgarás a los habitantes de la tierra y vengarás nuestra sangre?#Dt 32.43; Sal 79.5,10; Zac 1.12-13; Lc 18.7.
11Entonces se les dieron vestidos blancos,#3.5. y se les dijo que descansaran todavía un poco más de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y hermanos que también debían de morir como ellos.
12Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto. #11.13; 16.18. El sol se puso negro como un vestido de luto; la luna entera se volvió como la sangre#Jl 2.31; 3.15. 13y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra,#Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.10; 2.31; 3.15; Mt 24.29; Mc 12.24-25; Lc 21.25. como higos que caen de la higuera cuando es sacudida por un fuerte viento. 14El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla,#Is 34.4; Heb 1.12. y todo monte y toda isla fueron removidos de sus sitios.#16.20; 20.11. 15Los reyes de la tierra, los príncipes, los ricos, los capitanes, los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes,#Is 2.10,19,21. 16y decían a los montes y a las peñas:
—Caed sobre nosotros y escondednos#Os 10.8; Lc 23.30. del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero. 17Porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá estar delante de él?#Is 13.6; Ez 30.2-3; Jl 1.15; 2.11; Am 5.18-20; 8.9-14; Sof 1.14-18; Mal 3.2.
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Antigua versión de Casiodoro de Reina (1569), revisada por Cipriano de Valera (1602). Revisiones anteriores con la participación de Sociedad Bíblica de España: 1862, 1909, 1960 y 1995.