CANTARES 3:1-11
CANTARES 3:1-11 RV2020
Por las noches busqué en mi lecho al amor de mi vida; lo busqué, mas no lo hallé. Pensé entonces: «Me levantaré, recorreré la ciudad, y por calles y plazas buscaré al amor de mi vida». Lo busqué, mas no lo hallé. Me hallaron los guardias que rondan la ciudad, y les pregunté: «¿Habéis visto al amor de mi vida?». Apenas me aparté de ellos un poco, hallé al amor de mi vida; lo agarré y no lo solté hasta llevarlo a casa de mi madre, a la habitación de quien me dio a luz. ¡Os ruego, hijas de Jerusalén, por las gacelas y las ciervas del campo, que no despertéis a mi amor! ¡Dejadla dormir mientras quiera! ¿Qué es eso que sube del desierto como columna de humo, con olor a mirra e incienso, y a mil aromas exóticos? ¡Ved, es la litera de Salomón! Sesenta valientes la rodean, de entre los mejores guerreros de Israel. Todos ciñen espada y son diestros en la guerra; cada uno lleva su espada al cinto, por los peligros de la noche. El rey Salomón se hizo una carroza de madera del Líbano, con columnas de plata, respaldo de oro y asiento de grana; su interior, recamado de amor por las hijas de Jerusalén. ¡Hijas de Sion, salid! Ved al rey Salomón con la corona que le ciñó su madre el día de su boda, el día en que se alegró su corazón.