TITO 1:7-8
TITO 1:7-8 RV2020
Es necesario que el obispo sea irreprochable, como administrador de la casa de Dios. No debe ser soberbio, ni iracundo, ni bebedor, ni pendenciero, ni codicioso de ganancias deshonestas. Debe ser hospitalario, amante del bien, sobrio, justo, de vida recta, dueño de sí mismo