1 CORINTIOS 2:2-10
1 CORINTIOS 2:2-10 DHHE
Entre vosotros no quise saber de otra cosa que de Jesucristo y, más exactamente, de Jesucristo crucificado. Me presenté ante vosotros débil y temblando de miedo, y cuando os hablé y os prediqué el mensaje no utilicé palabras cultas para convenceros. Al contrario, os convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, para que vuestra fe dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. Sin embargo, entre los que ya han alcanzado la madurez en la fe utilizamos el lenguaje de la sabiduría. Pero no de la sabiduría propia de este mundo y de quienes lo gobiernan, que pronto van a desaparecer. Se trata más bien de la sabiduría secreta de Dios, del secreto designio que Dios, desde antes de crear el mundo, ha dispuesto para nuestra gloria. Eso no lo han entendido los gobernantes de este mundo, pues si lo hubieran entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria. Pero, como se dice en la Escritura: “Dios ha preparado para los que le aman cosas que nadie ha visto ni oído y ni siquiera pensado.” Estas son las cosas que Dios nos ha manifestado por medio del Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las cosas más profundas de Dios.