1 CORINTIOS 4
4
El trabajo apostólico
1Vosotros debéis considerarnos simplemente como ayudantes de Cristo, encargados de enseñar los secretos designios de Dios.#4.1 1 Co 3.5. Secretos designios: Véase Índice temático. 2Ahora bien, el que recibe un encargo debe demostrar que es digno de confianza. 3En cuanto a mí respecta, muy poco me preocupa ser juzgado por vosotros o por algún tribunal humano. Ni siquiera yo mismo me juzgo. 4Sin embargo, el que mi conciencia no me acuse de nada no significa que Dios me considere sin culpa. Y el que me juzga es el Señor.#4.4 1 Jn 3.19-21. 5Por lo tanto, no juzguéis nada antes de tiempo; esperad a que el Señor venga y saque a la luz lo que ahora está en la oscuridad y dé a conocer las intenciones del corazón. Entonces Dios dará a cada uno la alabanza que haya merecido.
4. Orgullo de los corintios (4.6-21)
6Hermanos, os hablo de estas cosas por vuestro propio bien, y me he referido a Apolos y a mí mismo como un ejemplo, para que aprendáis a no ir más allá de lo que está escrito#4.6 No ir más allá de lo que está escrito: otras posibles traducciones: no pasar por encima de las Escrituras, o mantenerse dentro de las reglas; el texto griego no es claro. y para que nadie se enorgullezca favoreciendo a uno en perjuicio de otro.#4.6 Cf. Ro 12.3. 7Pues, ¿quién te hace mejor que los demás? ¿Y qué tienes que Dios no te haya dado? Y si él te lo ha dado, ¿por qué presumes como si lo hubieras conseguido por ti mismo?#4.7 Pablo se dirige especialmente a los que crean partidos en la iglesia.
8Al parecer, ya sois ricos, tenéis todo lo que podéis desear y os sentís como reyes, sin necesitar nada de nosotros. ¡Ojalá fuerais reyes de verdad, para que nosotros tuviéramos parte en vuestro reino!#4.8 Cf. Ap 3.17. Pablo escribe con punzante ironía, para poner en vergüenza tanto a los jefes partidistas como a sus seguidores. 9Pues me parece que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha puesto en el último lugar, como a condenados a muerte. Hemos llegado a ser un espectáculo#4.9 Espectáculo: o teatro, alusión a los lugares donde los condenados eran entregados a las fieras. para el mundo, para los ángeles y para los hombres. 10Nosotros, por causa de Cristo, pasamos por tontos, mientras que vosotros, gracias a Cristo, pasáis por inteligentes. Nosotros somos débiles y vosotros sois fuertes. A nosotros se nos desprecia y a vosotros se os respeta.#4.10 Cf. Mc 6.4. Pablo sigue hablando con ironía (1 Co 4.8 n.). 11Hasta hoy mismo no hemos dejado de sufrir hambre, sed y desnudez; la gente nos maltrata, no tenemos hogar propio#4.11 2 Co 11.23-27. 12y nos cansamos trabajando con nuestras propias manos.#4.12 Hch 18.2-3; 20.34; 2 Co 11.7. A las maldiciones respondemos con bendiciones;#4.12 Lc 6.28; Ro 12.14. somos perseguidos y lo soportamos. 13Se habla mal de nosotros y contestamos con bondad. Nos tratan como a basura del mundo, como a desperdicio de la humanidad. Y así hasta el día de hoy.
14No os escribo esto para avergonzaros sino para daros un consejo, como a mis propios hijos, porque os amo; 15pues aunque tengáis diez mil instructores#4.15 Instructores: alusión al esclavo que acompañaba a un niño a la escuela y lo vigilaba con especial cuidado (véase Gl 3.24 n.). que os hablen de Cristo, padres no tenéis muchos. Padre vuestro en cuanto a la fe en Cristo Jesús lo soy yo, porque yo soy quien os ha anunciado el evangelio. 16Así pues, os ruego que sigáis mi ejemplo.#4.16 1 Co 11.1; Flp 3.17.
17Por eso os envío a Timoteo,#4.17 Timoteo: Véase Hch 16.1 nota b; cf. 1 Co 16.10; Flp 2.19-22. La carta llegaría antes que Timoteo, quien probablemente se encontraba de viaje por Macedonia (Hch 19.22 n.). Pablo considera a Timoteo como su hijo en la fe; cf. Flp 2.22; 1 Ti 1.2. mi querido y fiel hijo en el Señor. Él os hará recordar mi conducta como creyente en Cristo Jesús, conforme a lo que enseño en todas las iglesias por donde paso. 18Ya algunos de vosotros se ufanan pensando que no iré a veros.#4.18-19 Pablo anuncia su deseo de ir a Corinto (cf. 1 Co 16.2-8), previendo que algunos pensarían que había enviado a Timoteo (v. 17) por no tener el valor de visitarlos él mismo. 19Pues bien, si el Señor quiere, espero visitaros pronto. Entonces veré lo que son capaces de hacer esos presumidos y no solo lo que son capaces de decir; 20porque el reino de Dios no es cuestión de palabras, sino de poder.#4.19-20 El valor de las palabras de Pablo había sido comprobado por el poder del Espíritu (1 Co 2.4); ahora se someterían a la misma prueba las palabras de los presumidos maestros de Corinto. 21¿Qué preferís? ¿Que vaya dispuesto a castigaros#4.21 Pablo, como apóstol, tenía autoridad para imponer disciplina. o que vaya a veros con amor y con ternura?
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