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2 SAMUEL 15

15
Absalón se rebela contra David
1Pasado algún tiempo, Absalón#15.1 En estos relatos, Absalón aparece como una figura arrogante (cf. 2 S 14.26; 16.22), pero sin las dotes personales de su padre en el manejo de los asuntos políticos. consiguió un carro de combate y caballos, y formó una guardia personal de cincuenta hombres.#15.1 Carro de combate... hombres: De este modo, el joven príncipe ponía de manifiesto sus aspiraciones a la realeza (cf. 1 R 1.5). 2Se levantaba temprano y se ponía a la orilla del camino, a la entrada de la ciudad, y a todo el que llegaba para que el rey le hiciera justicia en algún pleito, lo llamaba y le preguntaba de qué ciudad venía. Si aquella persona respondía que era de alguna de las tribus de Israel, 3Absalón le decía: “Realmente tu demanda es justa y razonable, pero no hay quien te atienda por parte del rey.” 4Y añadía: “¡Ojalá yo fuera el juez de este país, para que vinieran a verme todos los que tienen pleitos legales y yo les hiciera justicia!”#15.4 La palabra juez podría tener en este contexto un matiz particular. Al emplear ese término, Absalón evocaba probablemente a los antiguos jueces o caudillos de Israel, que habían salvado al pueblo en tiempos de grave peligro. Véanse Rt 1.1-2 nota a e Introducción a Jueces. 5Además, cuando alguien se acercaba a saludarle, Absalón le tendía la mano, le abrazaba y le besaba. 6Esto lo hacía con todo israelita que iba a ver al rey para que le hiciera justicia, y así les robaba el corazón#15.6 Corazón: En el lenguaje del AT, robar el corazón no es solo ganarse el afecto, sino convencer intelectualmente y hacer que se tome una decisión. Véase Corazón en el Índice Temático. a los israelitas.#15.2-6 De las tribus de Israel: Absalón explotaba hábilmete el antagonismo entre Judá y las tribus del norte (Israel).
7Al cabo de cuatro años,#15.7 Cuatro: según varias versiones antiguas. Heb. cuarenta. Absalón le dijo al rey:
–Ruego a Su Majestad que me permita ir a Hebrón,#15.7 Hebrón era la ciudad donde la gente de Judá había proclamado rey a David (2 S 2.1-4; cf. 3.2-4). Véase Índice de mapas. a cumplir la promesa que hice al Señor. 8Cuando este servidor de Su Majestad vivía en Guesur,#15.8 Guesur: Cf. 2 S 3.3; 13.37-38. en Siria, prometí al Señor que, si él me concedía volver a Jerusalén, yo le rendiría culto.
9–Puedes ir tranquilo –le respondió el rey.
Entonces Absalón se fue a Hebrón. 10Pero al mismo tiempo envió unos mensajeros a todas las tribus de Israel para decirles que, en cuanto escucharan el toque de trompeta,#15.10 El toque de trompeta no solo llamaba a la guerra (Jue 3.27; 1 S 13.3); también era una parte importante en las ceremonias de entronización real (1 R 1.34; 2 R 9.13; Sal 47.5). anunciaran que Absalón había sido proclamado rey en Hebrón. 11Invitó además a doscientas personas de Jerusalén, las cuales fueron con él de buena fe y sin saber nada del asunto. 12Así mismo, Absalón mandó llamar a uno de los consejeros de David, llamado Ahitófel,#15.12 Ahitófel: Cf. 2 S 16.23; 23.34. el cual vivía en Guiló,#15.12 Guiló: poblado muy cercano a Hebrón, en el territorio de Judá. su ciudad, para que le acompañara mientras él ofrecía los sacrificios. De modo que la conspiración iba tomando fuerza y seguían aumentando los seguidores de Absalón.
David huye de Jerusalén#15.13-37 Los personajes con los que se encontró David en el camino van a reaparecer más tarde, cuando se haya resuelto el conflicto (15.19-22,24-29,31-37; 16.1-13). El tema predominante en estos encuentros es la lealtad o deslealtad hacia David. En este relato, David aparece como el hombre humillado pero sometido totalmente a la voluntad de Dios (15.26; 16.10-11).
13Un mensajero fue a decirle a David que los israelitas estaban haciéndose partidarios de Absalón. 14Entonces David ordenó a todos los oficiales que estaban con él en Jerusalén:
–¡Huyamos ahora mismo o no podremos escapar de Absalón! ¡Vamos, daos prisa, no sea que nos alcance y nos cause mucho daño, y mate a filo de espada a todos en la ciudad!
15Ellos respondieron al rey:
–Estamos dispuestos a hacer lo que Su Majestad ordene.
16Así pues, el rey salió acompañado de toda la casa real, dejando solo a diez de sus concubinas para que cuidaran del palacio.#15.16 Cf. 2 S 16.22-23; 20.3. 17Y después de haber salido el rey con todos sus acompañantes, se detuvieron en la última casa de la ciudad. 18A su lado se pusieron todos sus oficiales, mientras que todos los quereteos y peleteos#15.18 Quereteos y peleteos: Véase 2 S 8.18 nota j. de la guardia real, y los seiscientos gueteos que le habían seguido desde Gat, desfilaban ante él. 19En ese momento el rey dijo a Itai,#15.19 Itai procedía de la ciudad filistea de Gat y llegó a ser comandante del ejército de David (2 S 18.2-12). el de Gat:
–¿Por qué has venido tú también con nosotros? Es mejor que te vuelvas y te quedes con el nuevo rey, pues al fin y al cabo tú eres un extranjero desterrado de tu país. 20Apenas llegaste ayer, ¿y cómo voy a pedirte hoy que vengas con nosotros, si ni yo mismo sé a dónde voy? Es mejor que te vuelvas y te lleves contigo a tus paisanos. ¡Que el Señor te bendiga y te acompañe siempre!
21Itai respondió al rey:
–Juro por el Señor y por Su Majestad, que dondequiera que Su Majestad se encuentre, sea para vida o para muerte, allí también estará este servidor suyo.
22–Entonces ven con nosotros –le contestó David.
De esa manera se fue Itai con David, junto con todos sus hombres y la gente que le acompañaba. 23Todo el mundo lloraba amargamente. Pasaron todos el arroyo Cedrón;#15.23 El arroyo de Cedrón se encuentra entre Jerusalén y el monte de los Olivos. Cf. Jn 18.1. Véase Índice de mapas. luego pasó el rey, y toda la gente siguió delante de él por el camino del desierto. 24También iba Sadoc con todos los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios,#15.24 Arca del pacto de Dios: Véase Ex 25.10-22 n. la cual dejaron junto a Abiatar#15.24 Sadoc... Abiatar: Cf. 2 S 8.17. Sadoc llegó a ser el antepasado de una importante estirpe sacerdotal (cf. Ez 40.46; 44.15; 1 Cr 6.3-8). Acerca del fin de Abiatar, cf. 1 R 2.26. hasta que toda la gente salió de la ciudad. 25Pero el rey dijo a Sadoc:
–Lleva el arca de Dios de vuelta a la ciudad, pues, si el Señor me favorece, hará que yo regrese y vea el arca y el lugar donde se encuentra. 26Pero si me dice que no le agrado, aquí me tiene; que haga conmigo lo que mejor le parezca.
27Dijo también el rey a Sadoc, el sacerdote:
–Mira, tú y Abiatar regresad tranquilamente a la ciudad con vuestros dos hijos. Tú con tu hijo Ahimaas, y Abiatar con su hijo Jonatán.#15.27 La razón de esta orden se explica en 2 S 17.15,17. 28Mientras tanto, yo me quedaré en los llanos del desierto,#15.28 Llanos del desierto: en el valle del río Jordán, al norte del Mar Muerto. hasta que me lleguen noticias vuestras.
29Sadoc y Abiatar llevaron el arca de Dios de vuelta a Jerusalén, y se quedaron allí. 30David subió la cuesta de los Olivos; iba descalzo y llorando, y con la cabeza cubierta en señal de dolor. Toda le gente que le acompañaba llevaba también cubierta la cabeza y subía llorando. 31Y cuando contaron a David que Ahitófel era uno de los que conspiraban con Absalón, David rogó al Señor que hiciera fracasar los planes de Ahitófel.#15.31 Cf. 2 S 17.14.
32Al llegar David a la cumbre del monte, donde se rendía culto a Dios, le salió al encuentro Husai, de la tribu de los arquitas,#15.32 Husai: 2 S 16.16-19; 17.5-23; 1 Cr 27.33. Según Jos 16.2, el clan de los arquitas habitaba en las cercanías de Betel. con la ropa rasgada y la cabeza cubierta de tierra. 33David le dijo:
–Si te vienes conmigo, me serás una carga; 34pero si vuelves a Jerusalén y le dices a Absalón: ‘Majestad, este siervo suyo estará a su servicio igual que antes estuvo al servicio de su padre’, me ayudarás a deshacer los planes de Ahitófel, 35pues allí cuentas con los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Por tanto, comunícales siempre todo lo que escuches en palacio. 36Sus hijos Ahimaas y Jonatán también están allí; hacedme saber por medio de ellos todo lo que sepáis.
37Y Husai, el amigo de David,#15.37 Amigo de David: El término hebreo correspondiente se usa solo para hablar de los oficiales importantes del rey (2 S 16.16; véanse 1 R 1.8 n.; 4.5 n.). Es un título honorífico, equivalente más o menos al de “consejero real”. llegó a Jerusalén en el momento en que Absalón hacía su entrada en la ciudad.

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2 SAMUEL 15: DHHE

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