ESTER 1:9-18
ESTER 1:9-18 DHHE
Por su parte, la reina Vasti dio también un banquete a las esposas de los invitados, en el palacio del rey Asuero. En el séptimo día de la fiesta, el rey estaba muy alegre a causa del vino, y mandó a Mehumán, Biztá, Harboná, Bigtá, Abagta, Zetar y Carcás, siete hombres de su confianza, que llevaran a su presencia a la reina Vasti luciendo la corona real, para que el pueblo y los grandes personajes pudieran admirar la belleza de la reina, pues realmente era muy hermosa. Pero la reina se negó a cumplir la orden que el rey le había dado por medio de sus hombres de confianza. Entonces el rey se enojó mucho. Lleno de ira, consultó a los expertos en cuestiones legales, ya que era costumbre que los asuntos del rey fueran tratados con los que conocían las leyes y el derecho. De ellos, los más allegados al rey eran Carsená, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsená y Memucán, siete altas personalidades de Persia y Media, que formaban parte del consejo real y ocupaban altos cargos en el gobierno de la nación. El rey les preguntó: –De acuerdo con la ley, ¿qué debe hacerse con la reina Vasti por no obedecer la orden que le di por conducto de mis mensajeros? En presencia de los que formaban parte del consejo real, Memucán respondió al rey: –La reina Vasti no solamente ha ofendido a Su Majestad, sino también a todas las autoridades y a toda la población de las provincias del rey Asuero. Lo que ha hecho la reina van a saberlo todas las mujeres, y va a ser causa de que pierdan el respeto a sus maridos, pues dirán: ‘El rey Asuero mandó llamar a la reina Vasti, y ella se negó a ir’. Las esposas de los funcionarios de Persia y de Media, al saber lo que ha hecho la reina, lo discutirán hoy mismo con sus maridos, y eso traerá desprecio y disgustos.