ÉXODO 28:29-43
ÉXODO 28:29-43 DHHE
Así, cuando Aarón entre en el santuario llevando puesto el pectoral con los instrumentos del juicio, llevará también sobre su pecho los nombres de los hijos de Israel ante la presencia del Señor, para que él los recuerde siempre. Pon sobre el pectoral el Urim y el Tumim, que son los instrumentos del juicio, para que Aarón los lleve sobre su pecho cuando se presente ante el Señor. Así Aarón llevará siempre, sobre su pecho, los instrumentos del juicio ante el Señor. “Haz de tela morada toda la capa del efod, con una abertura en el centro, para la cabeza. En la orilla de la abertura ha de hacérsele un dobladillo, como el de los chalecos de cuero, para que no se rompa. Adorna el borde de la capa con granadas de tela morada, tela de púrpura y tela roja, combinadas con campanitas de oro alrededor de todo el borde; es decir, que irá una campanita de oro y luego una granada, otra campanita de oro y otra granada, y así por todo el borde de la capa. Aarón llevará puesta la capa cuando oficie como sacerdote, para que así, al entrar en el santuario ante el Señor, o al salir, se oiga el sonido de las campanas y él no muera. “Haz una placa de oro puro y graba en ella, como si fuera un sello, las palabras ‘Consagrado al Señor’. Pon la placa en el turbante, por la parte delantera, atada con un cordón morado para que quede fija. Así estará siempre sobre la frente de Aarón, y Aarón cargará con las faltas que cometan los israelitas en las cosas santas y cuando consagren sus ofrendas; pero la placa hará que el Señor acepte las ofrendas. “Haz la túnica bordada y de lino, y haz también de lino el turbante. El cinturón ha de ser bordado artísticamente. A los hijos de Aarón hazles túnicas, cinturones y turbantes que les den esplendor y belleza. “Así vestirás a tu hermano Aarón y a sus hijos, y luego derramarás aceite sobre su cabeza, para darles plena autoridad y consagrarlos como sacerdotes míos. Hazles también calzones de lino que les cubran de la cintura a los muslos, y que Aarón y sus hijos los lleven puestos cuando entren en la tienda del encuentro, o cuando se acerquen al altar, mientras oficien como sacerdotes en el santuario, para que no cometan ninguna falta y mueran. Esta es una ley permanente para él y sus descendientes.