GÁLATAS 6
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Aplicaciones particulares
1Hermanos, si veis que alguien ha caído#6.1 Si veis que alguien ha caído: otra posible traducción: si alguien es sorprendido. en algún pecado, vosotros, que sois espirituales, debéis ayudarle a corregirse.#6.1 Mt 18.15; Stg 5.19-20. Pero hacedlo amablemente, y que cada cual tenga mucho cuidado, no suceda que también él sea puesto a prueba. 2Ayudaos mutuamente a soportar las cargas#6.2 Cf. Ro 15.1. Cargas: Véase 6.5 n. y de esa manera cumpliréis la ley de Cristo.#6.2 La ley de Cristo: es decir, la ley del amor. Cf. Jn 13.34; 15.12,17; 1 Jn 3.23.
3Si alguien cree ser algo, cuando en realidad no es nada, a sí mismo se engaña. 4Cada uno debe juzgar su propia conducta, y si ha de sentirse satisfecho, que lo sea respecto de sí mismo y no respecto de los demás, 5pues cada uno tiene que llevar su propia carga.#6.5 Aunque carga traduce dos palabras distintas en el texto original de los vs. 2 y 5 respectivamente, ambos casos parecen referirse a la pesada lucha de la vida y a la debilidad humana que nos expone a la tentación. En 6.2 se aconseja la comprensión y ayuda mutua frente a las pruebas y faltas de otros; en 6.5 se advierte que cada uno es responsable de su propia conducta (vs. 7-9; cf. Ro 14.12-13).
6El que recibe instrucción en el mensaje del evangelio debe compartir con su maestro toda clase de bienes.#6.6 Cf. Ro 15.27; 1 Ti 5.17-18.
7No os engañéis: nadie puede burlarse de Dios. Lo que se siembra, eso mismo se cosecha.#6.7 Dos afirmaciones de tipo proverbial; su significado se explica en 6.8-10. Cf. Pr 22.8; Os 8.7. 8El que siembra la semilla de sus malos deseos, de sus malos deseos recogerá una cosecha de muerte; el que siembra la semilla del Espíritu, del Espíritu recogerá una cosecha de vida eterna.#6.8 Gl 5.19-25; cf. también Ro 8.13. 9Así que no debemos cansarnos de hacer el bien,#6.9 2 Ts 3.13. porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos. 10Por eso, siempre que podamos, hagamos el bien a todos y especialmente a nuestros hermanos en la fe.
Conclusión (6.11-18)
Advertencias y despedida
11¡Mirad con qué letras tan grandes os estoy escribiendo ahora con mi propia mano!#6.11 Cf. 1 Co 16.21. Según parece, Pablo ha dictado la carta hasta aquí; ahora la termina con una súplica personal escrita de su propia mano. Las letras tan grandes podrían serlo para subrayar su importancia, o simplemente se trataba de la escritura característica de Pablo. 12Esos que os quieren obligar a circuncidaros, tan solo lo hacen por quedar bien con la gente y no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo.#6.12 Cf. Gl 5.11. 13Pero ni siquiera los que se circuncidan cumplen todo lo que la ley dice. En cambio quieren que vosotros os circuncidéis, para así presumir de haberos obligado a llevar esa marca en el cuerpo.#6.12-13 Cf. Gl 4.17. 14En cuanto a mí, de nada quiero presumir sino de la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Pues por medio de la cruz de Cristo,#6.14 Por medio de la cruz de Cristo: otra posible traducción: por medio de él. el mundo ha muerto para mí y yo he muerto para el mundo.#6.14 1 Co 2.2; Gl 2.19-20. 15De nada vale el estar o no circuncidados; lo que sí vale es el haber sido creados de nuevo.#6.15 Gl 5.6; cf. 1 Co 7.19. Creados de nuevo: Cf. 2 Co 5.17. Algunos mss. añaden, al comienzo del v. 15, Pues en Cristo Jesús. 16Recibid paz y misericordia todos los que vivís según esta regla y todos los del Israel de Dios.#6.16 Los del Israel de Dios: alusión a la iglesia en su totalidad o, posiblemente, a aquellos israelitas que por la fe en Cristo forman parte de ella (Gl 3.7-9,14,29; cf. Ro 2.29; 9.6-8).
17De ahora en adelante no quiero que nadie me cause más dificultades, pues las cicatrices que llevo en el cuerpo demuestran que soy un siervo de Jesús.#6.17 Las cicatrices que llevo en el cuerpo: probablemente a consecuencia de los sufrimientos que Pablo había padecido en su trabajo apostólico (cf. 2 Co 11.23-27), y como participación en los propios sufrimientos de Cristo (cf. 2 Co 1.5; Col 1.24). También podría tratarse de señales comparables a las que se imponían a los esclavos para acreditar quién era su dueño.
18Hermanos, que nuestro Señor Jesucristo derrame su gracia sobre todos vosotros. Amén.
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