ISAÍAS 28:14-29
ISAÍAS 28:14-29 DHHE
Escuchad, pues, la palabra del Señor, hombres insolentes que gobernáis a este pueblo de Jerusalén. Vosotros decís: “Hemos hecho un pacto con la muerte, un contrato con el reino de los muertos, para que cuando venga la terrible calamidad, no nos alcance; hemos buscado refugio en las mentiras, protección en el engaño.” Por eso, el Señor dice: “Voy a poner en Sión una piedra, una piedra escogida y muy valiosa, que será la piedra principal y servirá de fundamento. El que tenga confianza podrá estar tranquilo. En esa construcción usaré por plomada la justicia y por nivel la rectitud.” El refugio que habíais buscado en las mentiras lo destruirá el granizo, y el agua arrasará vuestro lugar de protección. Vuestro pacto con la muerte será anulado y vuestro contrato con el reino de los muertos quedará sin valor. Vendrá la terrible calamidad, y os aplastará. Cada vez que venga, os arrastrará. Vendrá mañana tras mañana, de día y de noche. Solo oir la noticia os hará temblar. Será como acostarse en una cama estrecha y abrigarse con una manta corta. El Señor actuará como en el monte Perasim, intervendrá como en el valle de Gabaón para realizar su acción, por extraña que parezca, para llevar a cabo su obra, su obra misteriosa. Así pues, ¡no más insolencia!, no sea que vuestras cadenas se os aprieten más; porque he oído que el Señor todopoderoso ha decretado la destrucción de todo el país. Poned atención, escuchad lo que digo, oíd con cuidado mis palabras: Cuando un labrador va a sembrar, no se pasa todo el tiempo arando, rompiendo o rastrillando el terreno. ¿No es verdad que, después de haberlo aplanado, esparce semillas de eneldo o comino, y que luego siembra trigo en hileras, y que en los bordes siembra cebada y centeno? Dios le enseña cómo debe hacerlo. Porque el eneldo no se trilla, ni se hace rodar sobre el comino una carreta; sino que el eneldo se sacude con un palo y el comino con una vara. El trigo se trilla, sí, pero no sin parar; se hacen pasar las ruedas de la carreta y se separa el grano, pero sin machacarlo. Así también hace sus planes el Señor todopoderoso. Él tiene planes admirables y los lleva a cabo con gran sabiduría.