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JUAN 9

9
Jesús da la vista a un ciego de nacimiento
1Yendo de camino vio Jesús a un hombre que había nacido ciego. 2Los discípulos le preguntaron:
–Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres o por su propio pecado?#9.2 En la Biblia, por una parte, se expresa la idea de la responsabilidad colectiva en el bien y en el mal (Ex 20.5-6; 34.6-7; Nm 14.18; Dt 5.9-10; Jer 32.18; Ro 5.12-21), y por otra, la de la responsabilidad personal (Dt 24.16; Ez 18.2-20). Jesús afirma que en este caso se va a mostrar el poder salvador de Dios.
3Jesús les contestó:
–Ni por su propio pecado ni por el de sus padres, sino para que en él se demuestre el poder de Dios. 4Mientras es de día tenemos que hacer el trabajo que nos ha encargado el que me envió; luego viene la noche, cuando nadie puede trabajar. 5Mientras estoy en este mundo, soy la luz del mundo.#9.5 Jn 1.5-9 (véase 1.9 n.); 8.12; cf. Is 49.6. El devolver la vista al ciego tiene valor simbólico: quiere mostrar que Jesús es la verdadera luz del mundo.
6Dicho esto, Jesús escupió en el suelo, hizo con la saliva un poco de lodo y untó con él los ojos del ciego.#9.6 Cf. Mc 7.33. 7Luego le dijo:
–Ve a lavarte al estanque de Siloé#9.7 Siloé: estanque situado en el extremo sur de Jerusalén (véase Jn 7.37-38 nota ñ). (que significa: “Enviado”).
El ciego fue y se lavó, y al regresar ya veía. 8Los vecinos y los que otras veces le habían visto pedir limosna se preguntaban:
–¿No es este el que se sentaba a pedir limosna?
9Unos decían:
–Sí, es él.
Y otros:
–No, no es él, aunque se le parece.
Pero él decía:
–Sí, soy yo.
10Le preguntaron:
–¿Y cómo es que ahora puedes ver?
11Él contestó:
–Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: ‘Ve al estanque de Siloé y lávate.’ Yo fui, me lavé y comencé a ver.
12Unos le preguntaron:
–¿Dónde está ese hombre?
Él respondió:
–No lo sé.
Los fariseos interrogan al ciego sanado por Jesús
13-14El día en que Jesús hizo lodo y dio la vista al ciego, era sábado.#9.13-14 Curar y amasar el lodo eran considerados trabajos prohibidos en sábado (véase Mt 12.10 n.). Por eso llevaron ante los fariseos al que había sido ciego, 15y ellos le preguntaron cómo era que podía ver. Les contestó:
–Me puso lodo sobre los ojos, me lavé y ahora veo.
16Algunos fariseos dijeron:
–El que hizo eso no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado.
Pero otros decían:
–¿Cómo puede alguien, siendo pecador, hacer esas señales milagrosas?
De manera que estaban divididos. 17Volvieron a preguntar al que había sido ciego:
–Puesto que te ha dado la vista, ¿qué dices tú de ese hombre?
–Yo digo que es un profeta –contestó.
18Pero los judíos no quisieron creer que se trataba del mismo ciego, que ahora podía ver, hasta que llamaron a sus padres 19y les preguntaron:
–¿Es este vuestro hijo? ¿Decís vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
20Sus padres contestaron:
–Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego, 21pero no sabemos cómo es que ahora ve, ni tampoco sabemos quién le dio la vista. Preguntádselo a él, que ya es mayor de edad y puede responder por sí mismo.
22Sus padres dijeron esto por miedo, porque los judíos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga#9.22 La expulsión de la sinagoga traía consecuencias religiosas y sociales. a cualquiera que reconociese a Jesús como el Mesías. 23Por eso dijeron sus padres: “Ya es mayor de edad; preguntádselo a él.”
24Los judíos volvieron a llamar al que había sido ciego y le dijeron:
–Reconoce la verdad delante de Dios:#9.24 Cf. Jos 7.19. nosotros sabemos que ese hombre es pecador.
25Él les contestó:
–Yo no sé si es pecador o no. Lo único que sé es que yo era ciego y ahora veo.
26Volvieron a preguntarle:
–¿Qué te hizo? ¿Qué hizo para darte la vista?
27Les contestó:
–Ya os lo he dicho, pero no me hacéis caso. ¿Para qué queréis que lo repita? ¿Es que también vosotros queréis seguirle?
28Entonces le insultaron y le dijeron:
–¡Tú sigues a ese hombre, pero nosotros seguimos a Moisés! 29Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés,#9.29 Ex 33.11. pero ese ni siquiera sabemos de dónde ha salido.
30El hombre les contestó:
–¡Qué cosa tan rara, que vosotros no sabéis de dónde ha salido y a mí me ha dado la vista! 31Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino solamente a quienes le adoran y hacen su voluntad.#9.31 Sal 66.18; Pr 15.29. 32Nunca se ha oído decir de nadie que diera la vista a un ciego de nacimiento: 33si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada.
34Le dijeron entonces:
–Tú, que naciste lleno de pecado,#9.34 Acerca de relacionar la enfermedad con el pecado, véase 9.2 n. ¿quieres darnos lecciones a nosotros?
Y lo expulsaron de la sinagoga.
Los que son espiritualmente ciegos
35Jesús se enteró de que habían expulsado de la sinagoga a aquel ciego. Cuando se encontró con él le preguntó:
–¿Tú crees en el Hijo del hombre?#9.35 Hijo del hombre: Véase Índice temático.
36Él le dijo:
–Señor, dime quién es, para que crea en él.
37Le contestó Jesús:
–Ya le has visto. Soy yo, con quien estás hablando.
38El hombre le respondió:
–Creo, Señor –y se puso de rodillas delante de él.
39Dijo Jesús:
–Yo he venido a este mundo para hacer juicio, para que los ciegos vean y los que ven se vuelvan ciegos.
40Al oir esto, algunos fariseos que estaban reunidos con él le preguntaron:
–¿Acaso nosotros también somos ciegos?#9.39-40 Acerca de esta pregunta, véase Jn 3.3-4 n.
41Jesús les contestó:
–Si fuerais ciegos, no tendríais la culpa de vuestros pecados; pero como decís que veis, sois culpables.

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