JOB 1:6-12
JOB 1:6-12 DHHE
Un día en que debían presentarse ante el Señor sus servidores celestiales, se presentó también el ángel acusador entre ellos. El Señor le preguntó: –¿De dónde vienes? El acusador respondió: –He andado recorriendo la tierra de un lado a otro. Entonces le dijo el Señor: –¿Te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie en la tierra como él, que me sirva tan fielmente y viva una vida tan recta y sin tacha, cuidando de no hacer mal a nadie. El acusador contestó: –Pues no de balde te sirve con tanta fidelidad. Tú no dejas que nadie le toque, ni a él ni a su familia ni a nada de lo que tiene; bendices todo lo que hace y es el hombre más rico en ganado de todo el país. Pero quítale lo que posee y verás cómo te maldice en la cara. El Señor respondió al acusador: –Está bien. Haz lo que quieras con todas las cosas de Job, con tal que a él mismo no le hagas ningún daño. Entonces el acusador se retiró de la presencia del Señor.