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MALAQUÍAS 2

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1“Ahora, sacerdotes, esto es para vosotros: 2Habéis de obedecerme y debéis tomar en serio el honrarme. Si no lo hacéis, yo os maldeciré. Y como no habéis tomado en serio el honrarme, yo convertiré en maldición incluso los beneficios que obtenéis de vuestro sacerdocio.” Lo dice el Señor todopoderoso.
3“Voy a privaros de vuestro poder y a arrojaros a la cara el estiércol de los animales que traéis a sacrificar. ¡Y junto con el estiércol, también vosotros seréis barridos! 4Así sabréis que yo os he dado este mandato para que mi pacto con Leví#2.4 Mi pacto con Leví: Cf. Neh 13.29; Jer 33.20-22. Según este pacto (vs. 5,8) los sacerdotes y los levitas comparten las mismas funciones (cf. Dt 18.1-8; 33.8-11). Cf. Nm 3.1-10. permanezca firme.” Lo dice el Señor todopoderoso.
5“Mi pacto era vida y paz para Leví.#2.5 Mi pacto era vida y paz para Leví: Nm 25.11-13. Se las di para que me respetara y me temiera, y él me mostró temor y reverencia. 6Leví enseñaba la verdad y no había maldad en sus labios. Vivía en perfecta relación de paz conmigo, y apartó a muchos de hacer lo malo.#2.6 Dt 33.8-10. 7Es el deber de los sacerdotes enseñar a la gente a conocerme, y todos deben acudir a ellos para recibir instrucción, porque ellos son los mensajeros del Señor todopoderoso.#2.7 Lv 10.11; Dt 21.5.
8“Pero vosotros, sacerdotes, os habéis apartado del buen camino; con vuestras enseñanzas habéis hecho caer a muchos. Así habéis pervertido mi pacto con Leví. 9Por eso, porque no me habéis obedecido, y porque, además, cuando enseñáis a la gente no tratáis a todos por igual, yo haré que todo el pueblo os tenga por viles y os desprecie.” Lo dice el Señor todopoderoso.
IV. CONTRA LA INFIDELIDAD CONYUGAL Y LOS MATRIMONIOS CON MUJERES EXTRANJERAS (2.10-16)#2.10-16 Estos vs. contienen una protesta enérgica contra el divorcio y contra los matrimonios entre judíos y paganos (véase Esd 9.1-15 n.). Aquí se relaciona el tema de la infidelidad al Señor con la experiencia de la vida matrimonial. Cf. Gn 2.21-25; Mt 19.3-9; Mc 10.2-9; Ef 5.21-23.
10¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre, que es el Dios que a todos nos ha creado?#2.10 ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre, que es el Dios que a todos nos ha creado?: Is 63.16; 64.8; Os 11.1-4; Ef 4.6. ¿Por qué, pues, nos engañamos unos a otros, violando así el pacto que hizo Dios con nuestros antepasados? 11Judá es infiel a Dios, y se cometen acciones horribles en Jerusalén y en Israel. Judá ha violado la santidad del templo que el Señor ama, y los hombres de Judá han tomado por esposas a mujeres que adoran a dioses falsos.#2.11 Mujeres que adoran a dioses falsos: lit. hija de un dios extranjero. Casarse con una mujer pagana significaba establecer también lazos de parentesco con su dios. Para el profeta, esto era un acto de infidelidad al Señor; cf. Esd 9–10; Neh 13.23-27. 12¡Ojalá el Señor borre de nuestra nación a quienes hacen tales cosas, sean quienes sean y aunque traigan ofrendas al Señor todopoderoso!
13Pero vosotros hacéis aún más: inundáis de lágrimas el altar del Señor y lloráis con grandes lamentos porque el Señor ya no acepta con gusto vuestras ofrendas. 14¿Y todavía preguntáis por qué? Pues porque el Señor es testigo de que tú has faltado a la promesa que le hiciste a la mujer con quien te casaste cuando eras joven. ¡Era tu compañera, y tú le prometiste fidelidad!#2.14 Y tú le prometiste fidelidad: lit. y esposa de tu pacto; otra posible traducción: y era tu esposa legal. 15¿Acaso no es un mismo Dios el que ha hecho el cuerpo y el espíritu? ¿Y qué requiere ese Dios, sino descendientes que le sean consagrados?#2.15 ¿Acaso no es un mismo... que le sean consagrados?: traducción probable; heb. oscuro. ¡Cuidad, pues, de vuestro propio espíritu, y no faltéis a la promesa que hicisteis a la esposa de vuestra juventud! 16El Señor Dios de Israel, el todopoderoso, dice: “¡Cuidad, pues, de vuestro propio espíritu y no seáis infieles; pues yo aborrezco al que repudia a su esposa y se mancha cometiendo tal maldad!”#2.16 Cf. Gn 2.24; Pr 5.18; Mc 10.2-9; Ef 5.21-33.
V. LA PURIFICACIÓN DE LA COMUNIDAD (2.17–3.5)
17El Señor ya está cansado de escucharos, y todavía preguntáis: “¿Qué hemos dicho para que se haya cansado de escucharnos?” Pues habéis dicho que al Señor le agradan los que hacen lo malo, y que está contento con ellos. ¡Y es que no creéis que Dios sea justo!#2.17 Cf. Job 21.7-16; Hab 1.2-4; Mal 3.14-15.

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