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MARCOS 1

1
INTRODUCCIÓN (1.1-15)
Juan el Bautista en el desierto
(Mt 3.1-12; Lc 3.1-9,15-17; Jn 1.19-28)
1Principio de la buena noticia#1.1 Buena noticia: La traducción tradicional es evangelio, palabra de origen griego que significa “buena noticia”. Véase Introducción a los evangelios. de Jesucristo, el Hijo de Dios.#1.1 El Hijo de Dios: Esta frase falta en algunos mss. griegos. En su evangelio, Marcos va mostrando progresivamente el carácter mesiánico y divino de Jesús. Cf., por ej., Mc 1.24,34; 2.5; 3.11; 8.29-31; 14.61-62; 15.39.
2El profeta Isaías había escrito:
“Envío mi mensajero delante de ti
para que te prepare el camino.#1.2 Mal 3.1.
3Una voz grita en el desierto:
‘¡Preparad el camino del Señor,
abridle un camino recto!’ ”#1.3 Is 40.3.
4Sucedió que Juan el Bautista#1.4 Sucedió que Juan el Bautista: Algunos mss. dicen Juan el que bautizaba. se presentó en el desierto bautizando a la gente. Les decía que debían convertirse a Dios#1.4 Convertirse a Dios: lit. cambiar la manera de pensar; la palabra griega, traducida a veces por arrepentirse, significa cambiar de actitud y convertirse a Dios (véase Mt 3.2 nota c). y ser bautizados, para que Dios les perdonase sus pecados.#1.4-5 Convertirse a Dios y ser bautizados... perdonase sus pecados: El bautismo de Juan era no solo una purificación ritual sino un rito que simbolizaba también una verdadera conversión. Cf. Hch 2.38; 13.24. 5De toda la región de Judea y de la ciudad de Jerusalén salían a oirle. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.
6Juan iba vestido de ropa hecha de pelo de camello, que se sujetaba al cuerpo con un cinturón de cuero;#1.6 Juan se vestía como el profeta Elías (2 R 1.8; cf. Zac 13.4). Esta indicación probablemente debe entenderse en el sentido de que llevaba una capa de pelo de camello, y de que se cubría de la cintura para abajo, hasta las rodillas, con una prenda de cuero que reemplazaba la túnica. y comía langostas#1.6 Langostas: insectos parecidos a los saltamontes, considerados comestibles en diversos países orientales (cf. Lv 11.22). y miel del monte. 7En su proclamación decía: “Después de mí viene uno más poderoso que yo, que ni siquiera merezco agacharme para desatar la correa de sus sandalias.#1.7 Jn 1.15,27,30. Desatar a alguien la correa de sus sandalias era un servicio humilde, propio de un esclavo. 8Yo os he bautizado con agua, pero él os bautizará con el Espíritu Santo.”#1.8 Jn 1.33; Hch 1.5; 2.1-4.
Jesús es bautizado
(Mt 3.13-17; Lc 3.21-22)#1.9-11 Cf. también Jn 1.31-34.
9Por aquellos días, Jesús salió de Nazaret, en la región de Galilea,#1.9 Nazaret: en aquel tiempo, un pueblo pequeño, situado en Galilea, región del norte de Palestina. y Juan lo bautizó en el Jordán. 10En el momento en que salía del agua, Jesús vio que el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. 11Y vino una voz del cielo, que decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.”#1.11 Mi Hijo amado: también puede entenderse como mi único Hijo. A quien he elegido: o a quien he preferido. Gn 22.2; Sal 2.7; Is 42.1; sobre la alusión a estos pasajes, véase Mt 3.17 n. Nótese también Mt 12.18; Mc 9.7; Lc 9.35; 2 P 1.17.
Jesús es puesto a prueba
(Mt 4.1-11; Lc 4.1-13)
12Después de esto, el Espíritu llevó a Jesús al desierto. 13Allí vivió durante cuarenta días#1.13 Cuarenta días: Véase Mt 4.2 n. entre las fieras, y fue puesto a prueba#1.13 Puesto a prueba: Heb 2.18; 4.15. por Satanás;#1.13 Satanás: nombre que significa el acusador o el adversario y que es aplicado al diablo. y los ángeles le servían.
Jesús comienza su trabajo en Galilea#1.14-15 Se hace aquí un resumen de la predicación de Jesús, centrada en el anuncio de la llegada del reino de Dios, junto con el llamamiento a volverse a Dios y a aceptar ese anuncio con fe.
(Mt 4.12-17; Lc 4.14-15)
14Después que metieron a Juan en la cárcel,#1.14 Juan el Bautista había sido apresado por orden de Herodes Antipas (véase Mt 4.12 n.; cf. Mc 6.17-18). Jesús fue a Galilea a anunciar las buenas noticias de parte de Dios.#1.14 Las buenas noticias: Véase 1.1 nota a. 15Decía: “Ha llegado el tiempo, y el reino de Dios#1.15 Reino de Dios: Véase Índice temático. Cf. Mt 3.2. está cerca. Volveos a Dios#1.15 Volveos a Dios: Véase 1.4 nota f. y aceptad con fe sus buenas noticias.”
I. JESÚS REVELA QUIÉN ES (1.16–8.30)
1. Plena autoridad de la enseñanza de Jesús (1.16–3.12)
Jesús llama a cuatro pescadores
(Mt 4.18-22; Lc 5.1-11)
16Paseaba Jesús por la orilla del lago de Galilea,#1.16 Lago de Galilea: Véase Índice temático. cuando vio a Simón#1.16 Simón: que después fue llamado Pedro, o Simón Pedro (Mc 3.16). Véase Mt 16.18 nota m. y a su hermano Andrés. Eran pescadores y estaban echando la red al agua. 17Les dijo Jesús:
–Seguidme, y os haré pescadores de hombres.
18Al momento dejaron sus redes y se fueron con él.#1.16-18 Jn 1.35-42.
19Un poco más adelante, Jesús vio a Santiago#1.19 Santiago: derivación tradicional del nombre Jacob o Jacobo; véase Mt 4.21 n. y a su hermano Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca reparando las redes. 20Al punto Jesús los llamó, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con sus ayudantes, se fueron con Jesús.
Un hombre que tenía un espíritu impuro
(Lc 4.31-37)
21Llegaron a Cafarnaún,#1.21 Aunque Jesús era de Nazaret, el centro de su actividad en Galilea fue Cafarnaún, la población más grande a orillas del lago de Galilea. y el sábado#1.21 Sábado: Véase Índice temático. entró Jesús en la sinagoga#1.21 Sinagoga: casa de reunión e instrucción de los judíos; véase Índice temático. Cualquier persona competente podía ser invitada durante la reunión a explicar las Escrituras (cf. Lc 4.16-21; Hch 13.14-15). y comenzó a enseñar. 22La gente se admiraba de cómo les enseñaba, porque lo hacía con plena autoridad y no como los maestros de la ley.#1.22 Mt 7.28-29. Maestros de la ley: Véase Introducción al NT (30). Estos basaban su enseñanza, sobre todo, en la autoridad de las Escrituras y de otros maestros, pero Jesús enseñaba con autoridad propia. 23En la sinagoga del pueblo, un hombre que tenía un espíritu impuro#1.23 Espíritu impuro: demonio o espíritu malo. Véase Demonio en el Índice temático. Los antiguos veían en muchos desórdenes físicos y mentales del hombre un influjo de espíritus malos. Jesús quiere librar al ser humano del mal en todas sus manifestaciones. gritó:
24–¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos?#1.24 Esta frase también puede traducirse como afirmación: Has venido a destruirnos. Yo te conozco. ¡Sé que eres el Santo de Dios!#1.24 Jn 6.69. El Santo de Dios: expresión que se refiere a su relación especial con Dios.
25Jesús reprendió a aquel espíritu, diciéndole:
–¡Cállate y sal de este hombre!
26El espíritu impuro sacudió con violencia al hombre, y gritando con gran fuerza salió de él. 27Todos se asustaron y se preguntaban unos a otros:
–¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva y con plena autoridad! ¡Hasta a los espíritus impuros da órdenes, y le obedecen!
28Muy pronto, la fama de Jesús se extendió por toda la región de Galilea.
Jesús sana a la suegra de Simón Pedro
(Mt 8.14-15; Lc 4.38-39)
29Cuando salieron de la sinagoga, Jesús fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. 30La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre. Se lo dijeron a Jesús, 31y él se acercó, la tomó de la mano y la levantó. Al momento se le quitó la fiebre y se puso a atenderlos.
Jesús sana a muchos enfermos#1.32-34 Resumen de la actividad de Jesús. Cf. también 1.39; 3.7-12; 4.33-34; 6.53-56. Estos resúmenes sirven para dar cohesión a los diversos relatos que forman el evangelio.
(Mt 8.16-17; Lc 4.40-41)
32Al anochecer, cuando ya se había puesto el sol, llevaron ante Jesús a todos los enfermos y endemoniados,#1.32 Debieron esperar hasta el anochecer porque se consideraba que llevar a los enfermos hasta donde se encontraba Jesús era un “trabajo” prohibido en sábado. Con la puesta del sol terminaba el sábado y empezaba el día siguiente. Endemoniados: Véase 1.23 n. 33y el pueblo entero se reunió a la puerta. 34Jesús sanó de toda clase de enfermedades a mucha gente y expulsó a muchos demonios; pero no dejaba hablar#1.34 Jesús no dejaba hablar a los demonios: es decir, no les dejaba hablar sobre él; y, según 1.43-44, también prohibió al leproso sanado hablar del milagro de su curación. En los evangelios sinópticos, y especialmente en Mc, se hace notar con frecuencia cómo Jesús prohibía que se refirieran abiertamente a él como Hijo de Dios o como el Mesías (cf., por ej., Mc 1.44; 3.11-12; 5.43; 7.36; 8.30; 9.9). Jesús enseñó en privado a sus discípulos que él tendría que padecer, sufrir la muerte y resucitar (Mc 8.31; 9.31; 10.32-34). Les presentó así un concepto de su misión que difería de la idea popular judía de un Mesías conquistador y libertador en el sentido político. Sólo cuando respondió al sumo sacerdote, poco antes de ser crucificado, Jesús se declaró públicamente como el Mesías (Mc 14.61-62). a los demonios, porque ellos le conocían.#1.34 Le conocían: es decir, sabían quién era Jesús.
Jesús anuncia el mensaje en las sinagogas
(Lc 4.42-44)
35De madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó y salió de la ciudad para ir a orar a un lugar apartado.#1.35 Mt 14.23; Mc 6.46; Lc 5.16; 6.12. 36Simón y sus compañeros fueron en busca de Jesús, 37y cuando lo encontraron le dijeron:
–Todos te están buscando.
38Él les contestó:
–Vayamos a otros lugares cercanos a anunciar también allí el mensaje, porque para esto he salido.#1.38 He salido: El sentido inmediato parece referirse a la salida de Jesús de Cafarnaún (v. 35), aunque puede también entenderse en relación con toda su misión, recibida de Dios (cf. Lc 4.43).
39Así que Jesús andaba por toda Galilea anunciando el mensaje en las sinagogas de cada lugar y expulsando a los demonios.#1.39 Mt 4.23; 9.35.
Jesús sana a un leproso
(Mt 8.1-4; Lc 5.12-16)
40Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo:
–Si quieres, puedes limpiarme#1.40-42 La persona afectada de lepra era considerada ritualmente impura; al ser sanada, quedaba limpia. Véase Mt 8.2-3 n. de mi enfermedad.
41Jesús tuvo compasión de él,#1.41 Tuvo compasión de él: Algunos mss. dicen se indignó. le tocó con la mano y dijo:
–Quiero. ¡Queda limpio!
42Al momento se le quitó la lepra y quedó limpio. 43Jesús lo despidió en seguida, recomendándole mucho:
44–Mira, no se lo digas a nadie.#1.43-44 No se lo digas a nadie: Véase 1.34 nota i. Pero ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda ordenada por Moisés;#1.44 La ofrenda ordenada por Moisés: Lv 14.1-32; véase Mt 8.4 nota d. así sabrán todos que ya estás limpio de tu enfermedad.
45Sin embargo, en cuanto se fue, comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había nadie; pero de todas partes acudían a verle.

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