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SALMOS 47

47
SALMO 48 (47)
Sión, ciudad de Dios#Salmo 48 Canto de Sión, compuesto para ser cantado cuando los israelitas “subían” a Jerusalén con motivo de las grandes fiestas de peregrinación (Ex 23.14-19; Dt 16.1-17). En él se exalta el poder que despliega el Señor desde su santuario y que asegura a la ciudad santa una constante protección. Cf. Sal 46; 76; 84; 122.
Cántico. Salmo de los hijos de Coré.
1¡El Señor es grande!
¡Nuestro Dios es digno de alabanza
en su ciudad y en su santo monte!
2¡Qué hermosa altura la del monte Sión,
allá, en el extremo norte!#48.2 Aquí no se trata de una mera indicación geográfica, sino de una expresión metafórica. Según la mitología cananea, en el extremo norte (heb. Safón) se encontraba la cima del monte donde se reunían los dioses (cf. Is 14.13). El salmista se vale de esta imagen para indicar que Sión, y no aquella montaña mitológica, es el verdadero monte de Dios.
¡Es la alegría de toda la tierra!
¡Es la ciudad del gran rey!#48.2 Mt 5.35.
3Dios está en los palacios de Jerusalén;
Dios se ha dado a conocer como un refugio seguro.
4Pues los reyes se reunieron
y juntos avanzaron contra ella;
5pero al ver la ciudad se sorprendieron,
se inquietaron y huyeron.#48.5 Cf. 2 R 19.32-36.
6El miedo se adueñó de ellos:
se retorcían de dolor, como mujer de parto;
7como el viento del este, que destroza los barcos de Tarsis.#48.7 Los barcos de Tarsis eran los que podían navegar por alta mar (Ez 27.25). En cuanto al sitio llamado Tarsis, aún no se ha podido localizar con exactitud. Algunos textos parecen indicar que se trataba de un lugar situado en Arabia, la India o la costa africana (cf. 1 R 10.22; 22.48); otros, en cambio, sugieren más bien alguna localidad en las costas del Mediterráneo (cf. Jon 1.3). Algunos autores identifican a Tarsis con Tarteso, en la Península Ibérica, considerada en la antigüedad como uno de los extremos de la tierra.
8En la ciudad de nuestro Dios,
el Señor todopoderoso,
hemos visto con nuestros ojos
lo mismo que nos habían contado:
¡Dios afirmará para siempre a Jerusalén!
9Oh Dios,
en medio de tu templo
pensamos en tu gran amor.
10Oh Dios,
por toda la tierra eres alabado
como corresponde a tu nombre.
Con tu poder haces plena justicia.
11¡Alégrese el monte Sión!
¡Salten de alegría las ciudades de Judá#48.11 Las ciudades de Judá: lit. las hijas de Judá. Cf. Sal 97.8.
por tus justas decisiones!
12Caminad alrededor de Sión
y contad sus torres;
13fijaos en su muralla y sus palacios,
para que podáis contar
a las generaciones futuras
14que así es nuestro Dios
por toda la eternidad.
¡Él es nuestro guía eternamente!

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SALMOS 47: DHHE

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