ROMANOS 5
5
5. La esperanza de la salvación (5)
Justos por medio de la fe
1Así pues, ya hechos justos#5.1 Ya hechos justos: Véase Ro 1.17 nota n. gracias a la fe, tenemos paz#5.1 Ef 2.14-17; cf. Jn 14.27. Muchos mss. dicen tengamos paz, en el sentido de seguir gozando de ella (cf. v. 2). con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. 2Por Cristo gozamos del favor de Dios por medio de la fe, y estamos firmes y nos gloriamos#5.2 La expresión “gloriarse” es característica de Pablo. Con ella puede referirse al orgullo humano, a la satisfacción por los propios méritos (cf. Ro 4.2), lo que para el creyente queda excluido (cf. Ro 3.27). También la usa para expresar la alegría del que se apoya, no en sus fuerzas, sino en el poder de Dios (cf. 2 Co 10.17; Flp 3.3). de la esperanza de tener parte en la gloria de Dios.#5.2 Tema que se desarrolla en Ro 8.18-25. 3Y no solo esto, sino que incluso nos gloriamos de los sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento da firmeza para soportar,#5.3 Cf. Stg 1.2-3. 4y esa firmeza nos permite ser aprobados por Dios, y el ser aprobados por Dios nos llena de esperanza. 5Una esperanza que no defrauda, porque Dios ha llenado con su amor nuestro corazón#5.5 Dios ha llenado con su amor nuestro corazón: lit. Dios ha derramado su amor en nuestro corazón; el verbo derramar se usa con frecuencia respecto del Espíritu Santo (Hch 2.17 nota k). por medio del Espíritu Santo que nos ha dado.
6Como nosotros éramos incapaces de salvarnos, Cristo, en el momento oportuno, murió por los malos.#5.6 1 P 3.18; cf. 1 Co 15.3; 2 Co 5.14-15; Gl 1.4. En el momento oportuno: Gl 4.4. 7No es fácil que una persona se deje matar en lugar de otra. Ni siquiera en lugar de una persona justa, aunque quizás alguno estaría dispuesto a morir por una persona verdaderamente buena.#5.7 Por una persona verdaderamente buena: otra posible traducción: por la persona que le haya hecho un gran bien. 8Pero Dios prueba que nos ama en que, cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.#5.8 Jn 3.16; 1 Jn 4.10; véase Ro 5.6 n. 9Y ahora, siendo así que Dios nos ha hecho justos mediante la muerte de Cristo,#5.9 Muerte: lit. sangre, manera de referirse a la muerte redentora de Cristo. con mayor razón seremos librados del castigo final por medio de él.#5.9 Del castigo final: lit. de la ira. Al usar el verbo en futuro (seremos librados) se hace referencia al día del juicio. 10Porque si Dios, cuando aún éramos enemigos suyos,#5.10 Éramos enemigos suyos: Pablo nunca dice que Dios se reconcilia con nosotros, sino nosotros con él; los enemistados éramos nosotros. nos reconcilió consigo mismo mediante la muerte de su Hijo, con mayor razón nos salvará por su vida#5.10 Por su vida: o sea, porque él vive (ya resucitado); esta idea se desarrolla en Ro 6.8-11; 8.10-11 (cf. Heb 7.24-25). ahora que ya estamos reconciliados con él.#5.10 2 Co 5.18-20. Aquí y en el v. 11 se utilizan las expresiónes nos reconcilió (v. 10) y hemos recibido ahora la reconciliación (v. 11) como equivalente al Dios nos ha hecho justos, del v. 9. 11Y no solo esto, sino que también nos gloriamos de Dios mediante nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Adán y Jesucristo#5.12-21 Se ponen en contraste las consecuencias del pecado de Adán sobre la humanidad con el resultado de la obra salvadora de Cristo.
12Así pues, por medio de un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte,#5.12 Gn 2.15-17; 3.6-19; Sab 2.24; cf. 1 Co 15.22,45-49. y la muerte pasó a todos porque todos pecaron.#5.12 Pablo habla tanto de la solidaridad de todos con Adán, como de la responsabilidad personal de cada uno (porque todos pecaron). Muchos han entendido esta última frase en el sentido de la participación de todos en el pecado de Adán (traduciendo en el cual todos pecaron). 13Antes de darse la ley estaba ya el pecado en el mundo, aunque el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley.#5.13 Ro 4.15. 14Sin embargo, desde el tiempo de Adán al de Moisés reinó la muerte sobre los que pecaron, por más que el pecado de ellos no consistió en desobedecer un mandato,#5.14 Desobedecer un mandato: Cf. Gn 2.16-17; 3.11-12; véase Ro 7.7 nota f. como en el caso de Adán, quien fue figura de aquel que había de venir.#5.14 Adán: según Gn 1–5, el primer hombre, cuyo nombre significa hombre o ser humano (Gn 2.7). Pablo lo considera como padre y representante de la humanidad y, consecuentemente, como aquel que con su desobediencia introdujo el pecado y la muerte en el mundo, creando una solidaridad de todos en el pecado y la muerte. Lo pone en contraste con Jesucristo (aquel que había de venir, véase Mt 11.3 n.), quien es principio y modelo del hombre nuevo y trajo la salvación y la vida, creando una nueva solidaridad en la justicia y la vida. Cf. también 1 Co 15.20-22,45-47.
15Pero el delito de Adán no puede compararse con el don que hemos recibido de Dios. Pues por el delito de un solo hombre murieron todos; pero el don que hemos recibido gratuitamente de Dios por medio de un solo hombre, Jesucristo, es mucho mayor y para el bien de todos.#5.15 La única relación o punto común entre el delito de Adán y el don que hemos recibido de Dios es, como se explica en 5.16-19, que en cada caso la acción de un solo hombre tuvo consecuencias sobre toda la humanidad: Adán trajo el pecado, la condenación y la muerte; Jesucristo trajo la justicia, la salvación y la vida. 16El pecado de un solo hombre no puede compararse con el don de Dios; pues a causa de aquel solo pecado#5.16 De un solo hombre: otra posible traducción: por un solo pecado. vino la condenación, pero a causa de muchos pecados vino el don de Dios, que hace justos a los hombres. 17Porque si la muerte reinó como resultado del delito de un solo hombre, con mayor razón aquellos a quienes Dios, en su gran bondad y gratuitamente, hace justos, reinarán en la nueva vida por medio de un solo hombre: Jesucristo.
18Y así como el delito de Adán puso bajo condenación a todos los hombres, así también el acto justo de Jesucristo hace justos a todos los hombres para que tengan vida.#5.18 1 Co 15.22. 19Es decir, que por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron hechos pecadores; y, al contrario, por la obediencia de un solo hombre, todos serán hechos justos.#5.19 Cf. Is 53.11.
20La ley se añadió#5.20 La ley se añadió: Se refiere al hecho de que la ley de Moisés vino mucho después del pecado. para que aumentase el pecado;#5.20 Cf. v. 13, y Ro 3.20; 4.15; Gl 3.19. pero cuanto más aumentó el pecado, tanto más abundó la bondad de Dios. 21Y así como el pecado reinó para traer muerte, así también la bondad de Dios reinó haciéndonos justos y dándonos vida eterna mediante nuestro Señor Jesucristo.#5.21 Cf. Ro 6.23. Pablo presenta aquí el pecado como si fuera una persona capaz de reinar o dominar, y en los caps. 6 y 7 lo considera como un amo o dueño que esclaviza a sus víctimas. Igualmente, personifica la bondad (o gracia) de Dios. En el pasaje que comienza en Ro 6.18, la justicia aparece personificada también como un amo bondadoso.
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