ZACARÍAS 2
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Visión de la cinta de medir#2.1-5 Esta visión describe simbólicamente la futura restauración de Jerusalén. Cf. Ez 40.2-3; Ap 11.1; 21.15-17.
1Aún tuve otra visión. Se me apareció un hombre que llevaba en la mano una cinta de medir. 2Le pregunté: “¿A dónde vas?” Él me contestó: “Voy a medir la ciudad de Jerusalén, para saber su largo y su ancho.”
3Entonces vi que se iba el ángel que había hablado conmigo, y que otro ángel le salía al encuentro 4y le decía: “Corre a decirle al joven que lleva la cinta de medir: ‘Jerusalén será de nuevo habitada, y tantos serán sus habitantes y ganados que no podrá tener murallas. 5Pero el Señor afirma: Yo seré como una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.’ ”#2.4-5 La visión no anuncia simplemente la reconstrucción material de la ciudad, sino también la instauración de una Jerusalén renovada y mesiánica. En esa nueva Jerusalén se manifestarán los antiguos signos y prodigios del éxodo: el Señor mostrará su gloria (Ex 40.34; Ez 43.5) y protegerá a su pueblo con una muralla de fuego (Ex 13.21-22; Is 4.5-6). #2.5 Las murallas materiales ya no serán necesarias, porque ya habrán pasado los días de conflicto y de miedo (cf. Ap 21.3,23).
El Señor salvará a su pueblo
6-7El Señor afirma: “Yo hice que fuerais dispersados en todas direcciones. Pero ahora os digo: ¡Huid pronto del país del norte! ¡Escapad de Babilonia, donde vivís desterrados los que vivíais en Sión! Yo, el Señor, lo afirmo.”#2.6-7 Compárese esta apremiante invitación a huir de Babilonia con Is 48.20; Jer 50.8; 51.6. Babilonia es el país del norte porque, aunque estaba ubicada al oriente de Judá, invadía Palestina desde el norte (Jer 1.14; 4.6; 6.1,22; 10.22; véase Índice de mapas).
8-9El Señor todopoderoso me ha enviado con este mensaje contra las naciones que os saquearon: “Cualquiera que toca a mi pueblo, toca a la niña de mis ojos.#2.8-9 La niña de mis ojos: El texto hebreo escribe la niña de sus ojos, porque consideraba irreverente atribuir ojos a Dios. Por eso, yo mismo lucharé contra esas naciones y haré que sus propios esclavos las saqueen.” Así mostrará su gloria el Señor todopoderoso, y así comprenderéis que él fue quien me envió.
10El Señor afirma: “¡Cantad de alegría, habitantes de Jerusalén, porque yo vengo a vivir entre vosotros!”#2.10 Cf. Zac 9.9; cf. también Is 52.9; 54.1; 65.18-19; Ez 43.7; Sof 3.14. 11Cuando esto suceda, muchas naciones se unirán al Señor, y él dirá: “También estas naciones serán pueblo mío; y yo viviré entonces entre vosotros.” Así comprenderéis que el Señor todopoderoso me ha enviado.#2.11 Los vs. 10-11 retoman una serie de antiguas profecías (Is 2.2-5; Is 45.22; Miq 4.1-2) para hablar de la salvación de las naciones en sentido universal. 12El Señor tomará nuevamente a Judá como su posesión especial en la tierra santa,#2.12 Nótese el empleo de la expresión tierra santa como designación de la tierra de Israel y Judá (cf. Sab 12.3; 2 Mac 1.7). y proclamará de nuevo a Jerusalén como su ciudad elegida.
13¡Que todo el mundo guarde silencio ante el Señor, pues él viene a nosotros desde el santo lugar donde habita!#2.13 Hab 2.20; Sof 1.7; Ap 8.1.
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