HECHOS 23:12-22
HECHOS 23:12-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
Cuando fue de día, algunos de los judíos tramaron una conspiración y juraron bajo pena de maldición no probar bocado ni beber nada hasta haber dado muerte a Pablo. Eran más de cuarenta las personas que participaron en esta conjuración. Luego fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y les dijeron: —Nosotros hemos jurado, bajo maldición, que no comeremos nada hasta que hayamos dado muerte a Pablo. Ahora falta que vosotros, con la aprobación del Concilio, solicitéis del comandante que os lo entregue con el pretexto de que queréis indagar más exactamente alguna cosa acerca de él. Nosotros nos encargaremos de acabar con él en cuanto llegue. Pero el hijo de la hermana de Pablo, se enteró de lo que estaban tramando y fue a la fortaleza para contárselo a Pablo. Entonces Pablo llamó a uno de los centuriones y le dijo: —Lleva a este joven ante el comandante, porque tiene algo que comunicarle. Él entonces le tomó, le llevó ante el comandante y dijo: —El preso Pablo me ha llamado y me ha pedido que traiga ante ti a este joven. Tiene algo que decirte. El comandante lo tomó de la mano, lo llevó aparte y le preguntó: —¿De qué me tienes que informar? Él respondió: —Los judíos han acordado pedirte que mañana lleves a Pablo ante el Concilio, con el pretexto de obtener datos más precisos sobre él. Pero tú no los creas, porque más de cuarenta de sus hombres van a tenderle una trampa, y han jurado bajo pena de maldición no comer ni beber hasta matarlo. Están dispuestos a hacerlo, y solo esperan tu respuesta. Entonces el comandante despidió al joven y le ordenó que no dijese a nadie que le había informado sobre este asunto.
HECHOS 23:12-22 La Palabra (versión española) (BLP)
Al amanecer, los judíos tramaron un complot, jurando no probar bocado ni beber nada hasta haber dado muerte a Pablo. Eran más de cuarenta las personas que participaban en esta conjuración. Se presentaron después ante los jefes de los sacerdotes y demás dirigentes y les comunicaron: —Hemos jurado solemnemente no probar absolutamente nada hasta que matemos a Pablo. Resta ahora que vosotros, con la anuencia del Consejo, solicitéis del comandante que os entregue a Pablo con el pretexto de examinar su causa más detenidamente. Nosotros nos encargaremos de eliminarlo en cuanto llegue. Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró del complot y logró entrar en la fortaleza para poner a Pablo sobre aviso. Pablo llamó enseguida a un oficial y le dijo: —Lleva a este muchacho ante el comandante, pues tiene algo que comunicarle. El oficial tomó al muchacho y lo presentó al comandante con estas palabras: —Pablo, el preso, me ha llamado para pedirme que te traiga a este muchacho. Tiene algo que decirte. El comandante lo tomó de la mano, lo llevó aparte y le preguntó: —¿Qué quieres decirme? El muchacho se explicó así: —Los judíos han acordado pedirte que mañana lleves a Pablo ante el Consejo Supremo con la excusa de obtener datos más precisos sobre él. Pero no les creas, pues más de cuarenta de ellos van a tenderle una emboscada y han jurado solemnemente no comer ni beber hasta matarlo. Ya están preparados y solo esperan tu respuesta. El comandante despidió al muchacho, advirtiéndole: —No digas a nadie que me has informado sobre este asunto.
HECHOS 23:12-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Al día siguiente, algunos judíos se pusieron de acuerdo en contra de Pablo y juraron bajo maldición no comer ni beber hasta que le hubiesen matado. Eran más de cuarenta hombres los que así se habían conjurado. Se dirigieron, pues, a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos de los judíos y les dijeron: –Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que no matemos a Pablo. Ahora, vosotros y los demás miembros de la Junta Suprema pedidle al comandante que lo traiga mañana ante vosotros, con el pretexto de investigar su caso más a fondo. Nosotros estaremos preparados para matarle antes de que llegue. Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró del asunto y fue a avisarle al cuartel. Pablo llamó a uno de los centuriones y le dijo: –Lleva a este muchacho al comandante, porque tiene algo que comunicarle. El centurión le llevó al comandante, a quien dijo: –El preso Pablo me ha llamado y me ha pedido que te traiga a este muchacho, que tiene algo que comunicarte. El comandante tomó de la mano al muchacho, y llevándolo aparte le preguntó: –¿Qué quieres decirme? Contestó el muchacho: –Los judíos se han puesto de acuerdo para pedirte que mañana lleves a Pablo ante la Junta Suprema, con el pretexto de que quieren investigar su caso más a fondo. Pero no los creas, porque le esperan escondidos más de cuarenta de sus hombres, que han jurado bajo maldición no comer ni beber hasta matar a Pablo. Ahora ya están preparados, esperando solamente que les des una respuesta. Entonces el comandante despidió al muchacho, ordenándole que no dijera a nadie lo que le había contado.
HECHOS 23:12-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Muy de mañana, los judíos tramaron una conspiración y juraron bajo maldición no comer ni beber hasta que lograran matar a Pablo. Más de cuarenta hombres estaban implicados en esta conspiración. Se presentaron ante los jefes de los sacerdotes y los ancianos, y les dijeron: ―Nosotros hemos jurado bajo maldición no comer nada hasta que logremos matar a Pablo. Ahora, con el respaldo del Consejo, pedidle al comandante que haga comparecer al reo ante vosotros, con el pretexto de obtener información más precisa sobre su caso. Nosotros estaremos listos para matarlo en el camino. Pero, cuando el hijo de la hermana de Pablo se enteró de esta emboscada, entró en el cuartel y avisó a Pablo. Este llamó entonces a uno de los centuriones y le pidió: ―Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que decirle. Así que el centurión lo llevó al comandante, y le dijo: ―El preso Pablo me llamó y me pidió que te trajera este joven, porque tiene algo que decirte. El comandante tomó de la mano al joven, lo llevó aparte y le preguntó: ―¿Qué quieres decirme? ―Los judíos se han puesto de acuerdo para pedirte que mañana lleves a Pablo ante el Consejo con el pretexto de obtener información más precisa acerca de él. No te dejes convencer, porque más de cuarenta de ellos lo esperan emboscados. Han jurado bajo maldición no comer ni beber hasta que hayan logrado matarlo. Ya están listos; solo aguardan a que tú les concedas su petición. El comandante despidió al joven con esta advertencia: ―No le digas a nadie que me has informado de esto.