HECHOS 9:19-22
HECHOS 9:19-22 Reina Valera 2020 (RV2020)
y después de comer recobró las fuerzas y durante algunos días se quedó con los discípulos que estaban en Damasco. En seguida empezó a predicar a Cristo en las sinagogas diciendo que era el Hijo de Dios. Todos los que le oían estaban atónitos y se preguntaban: —¿No es este el que asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre? ¿Y no vino acá para llevarlos presos ante los principales sacerdotes? Pero Saulo iba cobrando más fuerza, y confundía a los judíos que vivían en Damasco al demostrarles que Jesús era el Cristo.
HECHOS 9:19-22 La Palabra (versión española) (BLP)
tomó alimento y recobró fuerzas. Saulo se quedó algún tiempo con los discípulos que residían en Damasco, y bien pronto empezó a proclamar en las sinagogas que Jesús era el Hijo de Dios. Todos los que lo oían comentaban llenos de asombro: —¿No es este el que en Jerusalén perseguía con saña a los creyentes? ¿Y no ha venido aquí expresamente para llevarlos presos ante los jefes de los sacerdotes? Pero Saulo se crecía más y más y, con argumentos irrefutables, demostraba a los judíos de Damasco que Jesús era el Mesías.
HECHOS 9:19-22 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Después comió y recobró las fuerzas, y se quedó algunos días con los creyentes que vivían en Damasco. Saulo comenzó en seguida a proclamar en las sinagogas que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que le oían se quedaban asombrados y decían: –¿No es este el que andaba persiguiendo en Jerusalén a los que invocan el nombre de Jesús? ¿No es el mismo que ha venido aquí para prenderlos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes? Pero Saulo hablaba cada vez con más valor, y dejaba confundidos a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Mesías.
HECHOS 9:19-22 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
y, habiendo comido, recobró las fuerzas. Saulo pasó varios días con los discípulos que estaban en Damasco, y en seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios. Todos los que le oían quedaban asombrados, y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?» Pero Saulo cobraba cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Mesías.