GÁLATAS 1:1-10
GÁLATAS 1:1-10 La Palabra (versión española) (BLP)
Pablo, apóstol no por disposición ni intervención humana alguna, sino por encargo de Jesucristo y de Dios Padre que lo resucitó de la muerte, junto con todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia. Que Dios Padre y Jesucristo, el Señor, os concedan gracia y paz. Jesucristo ha entregado su vida por nuestros pecados y nos ha liberado de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre, a quien pertenece la gloria por siempre. Amén. ¡No salgo de mi asombro! ¡Hay que ver con qué rapidez habéis desertado de aquel que os llamó mediante la gracia de Cristo y os habéis pasado a otro evangelio! ¿Qué digo otro? Lo que pasa es que algunos os desconciertan intentando deformar el evangelio de Cristo. Pero sea quien sea —yo mismo o incluso un ángel venido del cielo— el que os anuncie un evangelio diferente del que yo os anuncié, ¡caiga sobre él la maldición! Os lo dije en otra ocasión y os lo repito ahora: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que habéis recibido, ¡caiga sobre él la maldición! ¿A quién pretendo yo ahora ganarme? ¿A quién busco agradar? ¿A Dios o a la gente? Si todavía tratase de seguir agradando a la gente, no sería siervo de Cristo.
GÁLATAS 1:1-10 Reina Valera 2020 (RV2020)
Pablo, apóstol, no por disposición ni intervención humana alguna, sino por Jesucristo y por Dios Padre que lo resucitó de los muertos, y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Gracia y paz sean a vosotros, de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo, el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Estoy sorprendido de que os hayáis alejado tan pronto del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro evangelio, sino que hay algunos que os perturban y quieren alterar el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel enviado del cielo, os anuncia un evangelio diferente del que os hemos anunciado, ¡que quede bajo maldición! Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguien os predica un evangelio diferente del que habéis recibido, ¡que quede bajo maldición! ¿Acaso busco ahora la aprobación de la gente o la de Dios? ¿O trato de agradar a la gente? Pues si todavía agradara a la gente, no sería siervo de Cristo.
GÁLATAS 1:1-10 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pablo, apóstol, no enviado ni designado por los hombres, sino por Jesucristo mismo y por Dios Padre que le resucitó de los muertos, junto con todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de la provincia de Galacia. Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo derramen su gracia y su paz sobre vosotros. Jesucristo se entregó a la muerte por nuestros pecados, para librarnos del presente mundo perverso, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre. ¡Gloria a Dios para siempre! Amén. Estoy muy sorprendido de que tan pronto os hayáis alejado de Dios, que os llamó por el amor de Cristo, y os hayáis pasado a otro evangelio. En realidad no es que haya otro evangelio, pero sucede que algunos os están perturbando y quieren trastornar el evangelio de Cristo. Pero si alguien (sea yo mismo o un ángel del cielo) os anuncia un evangelio distinto del que os hemos anunciado, ¡caiga bajo maldición! Lo he dicho y lo repito: si alguien os anuncia otro evangelio del que ya recibisteis, caiga bajo maldición. No busco la aprobación de los hombres, sino la aprobación de Dios. No pretendo quedar bien con los hombres. ¡Si pretendiera quedar bien con los hombres, ya no sería siervo de Cristo!
GÁLATAS 1:1-10 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Pablo, apóstol, no por investidura ni mediación humanas, sino por Jesucristo y por Dios Padre, que lo levantó de entre los muertos; y todos los hermanos que están conmigo, a las iglesias de Galacia: Que Dios nuestro Padre y el Señor Jesucristo os concedan gracia y paz. Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Me asombra que tan pronto estéis dejando a quien os llamó por la gracia de Cristo, para pasaros a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre vosotros y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero, aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo os predicara un evangelio distinto del que os hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición! Como ya lo hemos dicho, ahora lo repito: si alguien os anda predicando un evangelio distinto del que recibisteis, ¡que caiga bajo maldición! ¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Pensáis que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo.