GÉNESIS 21:22-31
GÉNESIS 21:22-31 La Palabra (versión española) (BLP)
En aquel tiempo Abimélec, acompañado de Picol, jefe de su ejército, dijo a Abrahán: —Dios está contigo en todo lo que haces. Por tanto, júrame por Dios, aquí mismo, que no me traicionarás ni a mí, ni a mis hijos, ni a mis parientes, sino que me tratarás a mí y al país que te ha acogido con la misma lealtad que yo te he mostrado. Abrahán respondió: —Te lo juro. Pero Abrahán llamó la atención a Abimélec por causa de un pozo de agua del cual los siervos de Abimélec se habían apropiado por la fuerza. Y Abimélec le dijo: —No tengo idea de quién pudo haber hecho esto. Yo no sabía nada de esto y tampoco tú me habías dicho nada. Entonces Abrahán tomó algunas ovejas y vacas, se las dio a Abimélec y los dos hicieron una alianza. Después Abrahán apartó siete corderas del rebaño, por lo que Abimélec le preguntó: —¿Para qué has apartado estas siete corderas? Abrahán le respondió: —Para que estas siete corderas que hoy te regalo sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo. Por esa razón, aquel lugar se llamó Berseba, pues allí los dos hicieron un juramento.
GÉNESIS 21:22-31 Reina Valera 2020 (RV2020)
Aconteció en aquel mismo tiempo que Abimelec y Ficol, jefe de su ejército, le dijeron a Abrahán: —Dios está contigo en todo cuanto haces. Ahora, pues, júrame aquí por Dios que no nos harás mal a mí ni a mi hijo ni a mi nieto, sino que, conforme a la bondad que yo tuve contigo, harás tú conmigo y con la tierra en la que ahora habitas. Y respondió Abrahán: —Lo juro. Pero Abrahán reconvino a Abimelec a causa de un pozo de agua que los siervos de Abimelec le habían quitado. Abimelec respondió: —No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo hiciste saber ni yo lo había oído hasta hoy. Entonces tomó Abrahán ovejas y vacas y se las dio a Abimelec, e hicieron ambos un pacto. Pero Abrahán puso aparte siete corderas del rebaño, por lo que Abimelec le preguntó: —¿Qué significan esas siete corderas que has puesto aparte? Abrahán respondió: —Que estas siete corderas recibirás de mi mano, para que me sirvan de testimonio de que yo cavé este pozo. Por esto llamó a aquel lugar Beerseba, porque allí juraron ambos.
GÉNESIS 21:22-31 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Más o menos por aquel tiempo, Abimélec fue a hablar con Abraham. Le acompañaba Ficol, el jefe de su ejército. Y Abimélec dijo a Abraham: –Vemos que Dios te ayuda en todo lo que haces. Por lo tanto, júrame por Dios, en este mismo lugar, que no nos harás mal ni a mí ni a mis hijos ni a mis descendientes. Júrame que me tratarás con la misma bondad con que yo te he tratado, y que harás lo mismo con la gente de este país donde ahora vives. –Te lo juro –contestó Abraham. Pero Abraham llamó la atención a Abimélec acerca de un pozo de agua que los siervos de este le habían quitado. Y Abimélec le contestó: –Hasta hoy no he sabido nada de este asunto, pues no me lo habías dicho. No sé quién ha podido hacer eso. Entonces Abraham tomó ovejas y vacas, y se las dio a Abimélec; y aquel mismo día, los dos hicieron un trato. Luego Abraham apartó siete ovejas de su rebaño, por lo que Abimélec le preguntó: –¿Para qué has apartado estas siete ovejas? Abraham le contestó: –Para que estas siete ovejas que te entrego sirvan como prueba de que yo cavé este pozo. Por esa razón, aquel lugar se llamó Beerseba, pues allí los dos hicieron un juramento.
GÉNESIS 21:22-31 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
En aquel tiempo, Abimélec, que estaba acompañado por Ficol, jefe de su ejército, le dijo a Abraham: ―Dios está contigo en todo lo que haces. Júrame ahora, por Dios mismo, que no me tratarás a mí con falsedad, ni tampoco a mis hijos ni a mis descendientes. Júrame que a mí y al país que te ha recibido como extranjero nos tratarás con la misma lealtad con que yo te he tratado. ―¡Lo juro! —respondió Abraham. Luego Abraham se quejó ante Abimélec por causa de un pozo de agua del cual los siervos de Abimélec se habían apropiado. Pero Abimélec dijo: ―No sé quién pudo haberlo hecho. Me acabo de enterar, pues tú no me lo habías dicho. Entonces Abraham llevó ovejas y vacas, y se las dio a Abimélec, y los dos hicieron un pacto. Pero Abraham apartó siete corderas del rebaño, por lo que Abimélec le preguntó: ―¿Qué pasa? ¿Por qué has apartado estas siete corderas? ―Acepta estas siete corderas —le contestó Abraham—. Ellas servirán de prueba de que yo cavé este pozo. Por eso a aquel lugar le dieron el nombre de Berseba, porque allí los dos hicieron un juramento.