HEBREOS 7:24-26
HEBREOS 7:24-26 La Palabra (versión española) (BLP)
Jesús, en cambio, permanece para siempre; su sacerdocio es eterno. Puede, por tanto, salvar de forma definitiva a quienes por medio de él se acercan a Dios, pues está siempre vivo para interceder por ellos. Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente, incontaminado, sin connivencia con los pecadores y encumbrado hasta lo más alto de los cielos.
HEBREOS 7:24-26 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
pero, como Jesús permanece para siempre, su sacerdocio es imperecedero. Por eso también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios, ya que vive siempre para interceder por ellos. Nos convenía tener un sumo sacerdote así: santo, irreprochable, puro, apartado de los pecadores y exaltado sobre los cielos.
HEBREOS 7:24-26 Reina Valera 2020 (RV2020)
pero este, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable. Por eso puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, pues vive siempre para interceder por ellos. Un sumo sacerdote así era el que nosotros necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores y hecho más sublime que los cielos
HEBREOS 7:24-26 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
pero como Jesús no muere, su oficio sacerdotal no pasa a nadie más. Por tanto, puede salvar para siempre a los que se acercan a Dios por medio de él, pues vive para siempre, para interceder por ellos delante de Dios. De modo que Jesús es precisamente el sumo sacerdote que necesitábamos. Él es santo, sin maldad y sin mancha, apartado de los pecadores y puesto más alto que el cielo.