SANTIAGO 1:2-6
SANTIAGO 1:2-6 La Palabra (versión española) (BLP)
Alegraos profundamente, hermanos míos, cuando os sintáis cercados por toda clase de dificultades. Es señal de que vuestra fe, al pasar por el crisol de la prueba, está dando frutos de perseverancia. Pero es preciso que la perseverancia lleve a feliz término su empeño, para que seáis perfectos, cabales e intachables. Si alguno de vosotros anda escaso de sabiduría, pídasela a Dios, que reparte a todos con largueza y sin echarlo en cara, y él se la dará. Pero debe pedirla confiadamente, sin dudar, pues quien duda se parece a las olas del mar, que van y vienen agitadas por el viento.
SANTIAGO 1:2-6 Reina Valera 2020 (RV2020)
Hermanos míos, gozaos profundamente cuando estéis pasando por diversas pruebas, pues sabéis que cuando vuestra fe es puesta a prueba produce paciencia. Pero procurad que la paciencia lleve a feliz término su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídasela a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, sin dudar nada, porque el que duda es semejante a la ola del mar, que es arrastrada por el viento y llevada de una parte a otra.
SANTIAGO 1:2-6 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Hermanos míos, debéis teneros por muy dichosos cuando os veáis sometidos a cualquier clase de pruebas. Pues ya sabéis que cuando vuestra fe es puesta a prueba, aprendéis a soportar con fortaleza el sufrimiento. Pero procurad que esa fortaleza os lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que os falte nada. Si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídala a Dios y él se la dará; pues Dios da a todos, sin limitaciones y sin hacer reproches. Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada, porque el que duda es como las olas del mar, que el viento lleva de un lado a otro.
SANTIAGO 1:2-6 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Hermanos míos, consideraos muy dichosos cuando tengáis que enfrentaros con diversas pruebas, pues ya sabéis que la prueba de vuestra fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que seáis perfectos e íntegros, sin que os falte nada. Si a alguno de vosotros le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Pero que pida con fe, sin dudar, porque quien duda es como las olas del mar, agitadas y llevadas de un lado a otro por el viento.