JUAN 4:49-53
JUAN 4:49-53 La Palabra (versión española) (BLP)
Pero el oficial insistía: —Señor, ven pronto, antes que muera mi niño. Jesús le dijo: —Vuelve a tu casa; tu hijo está ya bien. Aquel hombre creyó lo que Jesús le había dicho y se fue. Cuando regresaba a casa, le salieron al encuentro sus criados para comunicarle que su niño estaba curado. Él les preguntó a qué hora había comenzado la mejoría. Los criados le dijeron: —Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre. El padre comprobó que esa fue precisamente la hora en que Jesús le dijo: «Tu hijo está bien», y creyeron en Jesús él y todos los suyos.
JUAN 4:49-53 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Pero el oficial insistió: –Señor, ven pronto, antes que mi hijo muera. Jesús le dijo entonces: –Vuelve a casa. Tu hijo vive. El hombre creyó lo que Jesús le había dicho, y se fue. Mientras regresaba a casa, sus criados salieron a su encuentro y le dijeron: –¡Tu hijo vive! Les preguntó a qué hora había comenzado a sentirse mejor su hijo, y le contestaron: –Ayer, a la una de la tarde, se le quitó la fiebre. El padre se dio cuenta entonces de que a esa misma hora le había dicho Jesús: “Tu hijo vive”. Y él y toda su familia creyeron en Jesús.
JUAN 4:49-53 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
―Señor —rogó el funcionario—, baja antes de que se muera mi hijo. ―Vuelve a casa, que tu hijo vive —le dijo Jesús. El hombre creyó lo que Jesús le dijo, y se fue. Cuando se dirigía a su casa, sus siervos salieron a su encuentro y le dieron la noticia de que su hijo estaba vivo. Cuando les preguntó a qué hora había comenzado su hijo a sentirse mejor, le contestaron: ―Ayer a la una de la tarde se le quitó la fiebre. Entonces el padre se dio cuenta de que precisamente a esa hora Jesús le había dicho: «Tu hijo vive». Así que creyó él con toda su familia.
JUAN 4:49-53 Reina Valera 2020 (RV2020)
El oficial del rey insistió: —Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: —Vuelve a tu casa; tu hijo vive. El hombre creyó lo que Jesús le había dicho y se fue. Cuando regresaba, sus siervos salieron a recibirle y le dieron la noticia: —Tu hijo vive. Él les preguntó a qué hora había comenzado a mejorar. Respondieron los criados: —Ayer, hacia la una de la tarde, se le pasó la fiebre. El padre recordó que aquella era la hora en que Jesús le había dicho «Tu hijo vive». Y creyó él y toda su familia.