APOCALIPSIS 4:6-8
APOCALIPSIS 4:6-8 Reina Valera 2020 (RV2020)
También delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal. En medio del trono y a su alrededor había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de hombre; y el cuarto era semejante a un águila en pleno vuelo. Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas y estaba cubierto de ojos por fuera y por dentro. Día y noche decían sin cesar: —¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir!
APOCALIPSIS 4:6-8 La Palabra (versión española) (BLP)
y un mar transparente, como de cristal, se extendía también delante del trono. En medio del trono y a su alrededor había cuatro seres vivientes, todo ojos por delante y por detrás. El primero era semejante a un león; el segundo, como un toro; con rostro como de hombre el tercero; y el cuarto, semejante a un águila en pleno vuelo. Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas y eran todo ojos por fuera y por dentro. Día y noche proclaman sin descanso: —Santo, santo, santo, Señor Dios, dueño de todo, el que era, el que es, el que está a punto de llegar.
APOCALIPSIS 4:6-8 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Delante del trono había algo parecido a un mar, transparente como el cristal. En el centro, donde estaba el trono, y a su alrededor, había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás. El primero de esos seres parecía un león; el segundo parecía un toro; el tercero tenía aspecto humano, y el cuarto parecía un águila volando. Cada uno de los cuatro seres vivientes tenía seis alas, y estaba cubierto de ojos por fuera y por dentro. Y día y noche decían sin cesar: “¡Santo, santo, santo es el Señor, Dios todopoderoso, el que era y es y ha de venir!”
APOCALIPSIS 4:6-8 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
y había algo parecido a un mar de vidrio, como de cristal transparente. En el centro, alrededor del trono, había cuatro seres vivientes cubiertos de ojos por delante y por detrás. El primero de los seres vivientes era semejante a un león; el segundo, a un toro; el tercero tenía rostro como de hombre; el cuarto era semejante a un águila en vuelo. Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos, por encima y por debajo de las alas. Y día y noche repetían sin cesar: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era y que es y que ha de venir».