ZACARÍAS 11:1-3
ZACARÍAS 11:1-3 Reina Valera 2020 (RV2020)
¡Líbano, abre tus puertas, y que el fuego consuma tus cedros! Aúlla, ciprés, porque el cedro ha caído, porque los árboles magníficos son derribados. Aullad, encinas de Basán, porque el bosque espeso es derribado. Voz de aullido de pastores, porque su magnificencia es asolada; estruendo de rugidos de cachorros de leones, porque la gloria del Jordán es destruida.
ZACARÍAS 11:1-3 La Palabra (versión española) (BLP)
Abre, Líbano, tus puertas y que el fuego devore tus cedros. Gime, ciprés, de dolor, porque ha caído el cedro y han sido abatidos los poderosos. Lamentaos, encinas de Basán, porque han talado el bosque impenetrable. Oíd el lamento de los pastores porque ha sido arrancado el esplendor de sus praderas; Escuchad cómo rugen los cachorros de león porque ha sido asolada la espesura del Jordán.
ZACARÍAS 11:1-3 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
¡Abre, Líbano, tus puertas, y que el fuego consuma tus cedros! ¡Llora, oh pino, porque cayó el cedro, porque aquellos árboles hermosos han quedado destruidos! ¡Gemid, encinas de Basán, porque el bosque espeso ha sido derribado! Lloran a gritos los pastores, porque la hermosura de los pastos ha quedado destruida. Se oye el rugido del león, porque la espesura del Jordán ha quedado destruida.
ZACARÍAS 11:1-3 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
¡Abre tus puertas, monte Líbano, para que el fuego devore tus cedros! ¡Gime tú, ciprés, porque los cedros se han caído y los majestuosos árboles se han derrumbado! ¡Gemid, robles de Basán! ¡Los tupidos bosques han sido derribados! Escuchad el gemido de los pastores; ¡sus ricos pastizales han sido destruidos! Escuchad el rugido de los leones; ¡la espesura del Jordán ha quedado devastada!