ZACARÍAS 2:1-5
ZACARÍAS 2:1-5 La Palabra (versión española) (BLP)
Alcé la vista y, al mirar, vi cuatro cuernos. Pregunté entonces al ángel que hablaba conmigo: —¿Qué representan esos cuernos? El ángel me respondió: —Representan el poder de quienes dispersaron a Judá, a Israel y a Jerusalén. A continuación el Señor me hizo ver cuatro herreros. Y yo pregunté: —¿Qué es lo que estos vienen a hacer? Me contestó: —Los cuernos representan a quienes dispersaron a Judá hasta el punto de que ya nadie podía levantar cabeza; los herreros, por su parte, vienen para hacer temblar y derribar los poderes que esas naciones desencadenaron contra el país de Judá a fin de dispersarlo. Alcé la vista y, al mirar, vi a un hombre que tenía en la mano una cinta para medir.
ZACARÍAS 2:1-5 Reina Valera 2020 (RV2020)
Alcé después mis ojos y tuve una visión. Vi a un hombre que tenía en su mano un cordel de medir. Y le dije: —¿A dónde vas? Él me respondió: —A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud. Mientras se iba aquel ángel que hablaba conmigo, otro ángel le salió al encuentro y le dijo: —Corre, dile a este joven: A causa de la multitud de hombres y de ganado que habitará en medio de ella, Jerusalén no tendrá muros. Yo seré para ella, dice el Señor, un muro de fuego a su alrededor, y en medio de ella mostraré mi gloria.
ZACARÍAS 2:1-5 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)
Aún tuve otra visión. Se me apareció un hombre que llevaba en la mano una cinta de medir. Le pregunté: “¿A dónde vas?” Él me contestó: “Voy a medir la ciudad de Jerusalén, para saber su largo y su ancho.” Entonces vi que se iba el ángel que había hablado conmigo, y que otro ángel le salía al encuentro y le decía: “Corre a decirle al joven que lleva la cinta de medir: ‘Jerusalén será de nuevo habitada, y tantos serán sus habitantes y ganados que no podrá tener murallas. Pero el Señor afirma: Yo seré como una muralla de fuego alrededor de Jerusalén, y en medio de la ciudad mostraré mi gloria.’ ”
ZACARÍAS 2:1-5 Nueva Versión Internacional - Castellano (NVI)
Alcé la vista, ¡y vi ante mí un hombre que tenía en la mano un cordel de medir! Le pregunté: «¿A dónde vas?» Y él me respondió: «Voy a medir Jerusalén. Quiero ver cuánto mide de ancho y cuánto de largo». Ya salía el ángel que hablaba conmigo cuando otro ángel vino a su encuentro y le dijo: «Corre a decirle a ese joven: »“Tanta gente habrá en Jerusalén, y tanto ganado, que Jerusalén llegará a ser una ciudad sin muros. En torno suyo —afirma el SEÑOR— seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria”.