¡TÚ Tienes una Oración!Muestra
"Seis claves para una oración sana y equilibrada, segunda parte"
4. Expresa tus necesidades y deseos personales a Dios, y pídele que te una con ellos. "Danos hoy nuestro pan de cada día…"
El amor de Dios por ti es profundo, infinito e incondicional, a menudo comparado en la Biblia con la compasión de un padre amoroso por su hijo. Él quiere saber de su hijo (ese eres tú); Él quiere escuchar acerca de tu vida, tus necesidades y deseos, y quiere que vengas a Él por esas necesidades. Su amor por ti lo impulsa a bendecirte más de lo que puedas desear.
5. Pídele a Dios que perdone tus pecados, siendo consciente de tu necesidad de perdonar a los que lo hayan perjudicado. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Pedirle a Dios que nos perdone nuestros pecados comienza por reconociéndonos primero esos pecados y confesándolos a Dios.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” 1 Juan 1: 9
Puedes estar seguro de que Dios te ha perdonado y te ha limpiado de tus pecados. Con ese perdón, también hay libertad de culpa, vergüenza y condena.
Pero Dios también pide que así como Él nos ha perdonado, perdonemos a otros que nos han hecho mal. Así como recibir el perdón de Dios trae libertad, también lo hace el dar perdón a los demás, liberarse de la amargura, los rencores y permitir que las heridas pasadas continúen lastimándonos.
El perdón, tanto recibirlo como darlo, es fundamental para vivir una vida de libertad en Cristo.
6. Ora por la guía de Dios para ayudar a evitar tentaciones y situaciones que pueden no reflejarse bien en él. "... no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del maligno".
Dios ha perdonado nuestros pecados y nos ha limpiado de toda maldad como se prometió en 1 Juan 1: 9, pero todavía encontraremos la tentación, viviendo en este mundo caído. Esta parte del Padrenuestro enfatiza la importancia de no simplemente descansar y volverse complacientes con el perdón que Dios nos da, sin ser conscientes de la importancia de evitar el pecado en el futuro. Mientras que Dios quita la pena espiritual del pecado al perdonarnos, Él no elimina necesariamente las consecuencias dañinas del pecado. Por esta razón, es importante orar por la ayuda de Dios para evitar la tentación.
Diariamente, comienza a darle a Dios el tiempo que puedas darle alegremente en oración. Dios no tiene una cuota para que te reúnas todos los días. Además, a veces será un desafío permanecer alerta y evitar "quedarse dormido". No te desanimes; ¡sé que serás bendecido por Dios al dedicar tu tiempo a Él en oración!
Escritura
Acerca de este Plan
Descubre los principios para construir una vida de oración poderosa y efectiva. La oración, la comunicación con Dios a nivel personal, es la clave para ver cambios positivos en nuestras vidas y nuestro entorno. Tomado del libro, "Fuera de este mundo: Una guía cristiana para el crecimiento y el propósito" por David J. Swandt
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Queremos agradecer a Twenty20 Faith, Inc. por proporcionar este plan. Para mayor información por favor visite:
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