Él Nos Dio Profetas: "La Labor de un Profeta"Muestra
El Término “Profete”: Isaías 6:1-13
En la vida diaria llamamos a la gente por muchos títulos. De hecho, podríamos llamar a la misma persona con muchos títulos diferentes. Por ejemplo, podemos llamar a una persona pastor, a otra un atleta, a otra un músico. ¿Por qué? Porque la gente hace todo tipo de cosas en la vida. Bien, en el Antiguo Testamento, el mismo tipo de cosas es cierto de los profetas del Antiguo Testamento. Se les llama con diferentes títulos.
Para explorar los títulos que el Antiguo Testamento utilizó para los profetas, vamos a ver dos categorías básicas. Primero, veremos el término primario que se usó para el profeta en la Biblia. Y segundo, veremos la variedad de términos que usa la Biblia para designar este oficio. Veamos primero el término primario para los profetas.
Cuando la mayoría de los cristianos escuchan la palabra “profeta”, tienden a pensar que el profeta es alguien que simplemente predice el futuro, muy similar a un adivino o psíquico. Es verdad que los profetas del Antiguo Testamento predijeron el futuro, pero su papel era más amplio que esto. De hecho, tenemos una pista de que aun la palabra en Español “profeta” tiene el potencial de significar más que alguien que simplemente predice el futuro.
Nuestra civilización obtiene el término “profeta” de la traducción griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta. Frecuentemente no nos damos cuenta, pero la palabra griega πρωφητης (prophetes), de la que derivamos nuestra palabra “profeta” es más bien un término flexible. Este término combina dos elementos. El segundo elemento de la palabra Griega πρωφητης (prophetes) es φητης (phetes) y denota el concepto de hablar. Sugiere que los profetas hablaron y escribieron mucho. Esto es claro, pero el primer elemento de πρωφητης, (prophetes) πρω (pro), puede apuntar en dos direcciones. Por un lado, puede significar hablar de antemano o predecir. Y por el otro, puede significar “hablar delante” o “proclamar algo”. Eso ni siquiera es una predicción.
Un profeta entonces, puede ser alguien que predice o simplemente alguien que proclama. En realidad, los profetas del Antiguo Testamento hicieron ambas cosas. Ellos hablaron del futuro, pero también hablaron audazmente acerca de sus propios días. El título básico de profeta apunta hacia la variedad de labores que estas personas realizaban. Cuando vemos el Antiguo Testamento en Hebreo, descubrimos que el término “profeta” tiene un significado mucho más amplio. La palabra Griega πρωφητης (prophetes) es el término usado en la Septuaginta para traducir un término hebreo particular, “nabi”. De los paralelos a otras lenguas del antiguo cercano oriente, sabemos que el término “nabi” significa una “persona llamada”. Es un término muy flexible, indicando simplemente que un profeta era alguien que había sido llamado por Dios. Ellos no eran personas ordinarias. Dios los llamó para muchos servicios especiales.
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Escritura
Acerca de este Plan
Este plan de lectura explora los títulos de los puestos, las transiciones y las expectativas de un profeta.
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