Experimentando la renovación de DiosMuestra

1 Corintios 6:19-20 nos recuerda de manera cariñosa sobre la importancia de renovar no sólo lo que hay en el interior, sino que también lo que hay en el exterior. Piénsalo por un momento. Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo y deben ser tratados como tal. ¿Dejarías que tu iglesia estuviese en ruinas o en peligro? ¡Por supuesto que no! Repararías la iglesia si fuera necesario y la renovarías para que permaneciera como un modelo del amor de Cristo en tu comunidad. Por lo tanto, ¿no deberíamos tratar nuestros cuerpos de la misma manera y renovarlo constantemente de modo que podamos cumplir el propósito de Dios para nuestras vidas? ¿De qué maneras necesitas renovar tu cuerpo? La renovación es personal para cada uno. Para algunos puede ser simplemente la necesidad de hacer más ejercicio o de mejorar la dieta. Podría ser la necesidad de sanidad física. Para otros, puede que sea permitiendo a Dios que te renueve de los pecados sexuales del pasado. Encuentra donde tu cuerpo necesita ser renovado y permite que Dios te sane.