Estaciones de la Cruz - Plan de PascuaMuestra

JESÚS MUERE EN LA CRUZ

La oscuridad consumió el mundo desde el mediodía hasta las tres. «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» Jesús gritó. Sabía que se separaría temporalmente de Dios cuando tomara sobre sí los pecados del mundo. El sufrimiento físico fue terrible, pero la separación espiritual de Dios fue la máxima tortura.

Jesús tomó su último aliento después de que le ofrecieran una esponja con vinagre para beber y gritó: «Está terminado». En ese momento, la cortina del templo se rasgó en dos, de arriba abajo, y hubo un terremoto. 

Jesús estaba muerto  La muerte es difícil e incómoda para nosotros, especialmente la muerte de Jesús. ¿Murió el Hijo de Dios? Sí, este era el plan desde el principio. Jesús es el cordero sin culpa que murió para satisfacer la deuda que tenemos pero que no podemos pagar. Jesús pagó el precio de nuestros pecados con su vida. Cuando Jesús murió el telón se rasgó en dos, lo que significa que la manera de acercarse a Dios directamente estaba abierta. El sacrificio de Cristo por nuestros pecados lo hizo posible.