El Dios Que Adoramos 2

Chispas De Aquí Y De Allá

Redefiniendo El Propósito

El Camino Del Adorador

Creer Y Descansar, Para Su Herencia Alcanzar

Y...¡Adoremos!

El evangelio de la prosperidad o la prosperidad del evangelio

Plan De Lectura Diaria Con Christian Mael (Diciembre)

Guiados por el Espíritu Santo

No Os Conforméis

La Palabra (versión española)

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 <div class="chapter ch9" data-usfm="DEU.9.6">
 <div class="p">6No te quepa duda de que, si el Se&#241;or te da esta f&#233;rtil tierra, no es por tus m&#233;ritos ni porque seas mejor, pues t&#250; tambi&#233;n eres un pueblo terco.#Ex 32,9; 33,3.5; 34,9; Jr 11,8.</div><div class="p"> </div>
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 <div class="chapter ch6" data-usfm="JHN.6.25+JHN.6.26+JHN.6.27+JHN.6.28+JHN.6.29+JHN.6.30+JHN.6.31+JHN.6.32+JHN.6.33+JHN.6.34+JHN.6.35+JHN.6.36+JHN.6.37+JHN.6.38+JHN.6.39+JHN.6.40+JHN.6.41+JHN.6.42+JHN.6.43+JHN.6.44+JHN.6.45+JHN.6.46+JHN.6.47+JHN.6.48+JHN.6.49+JHN.6.50+JHN.6.51+JHN.6.52+JHN.6.53+JHN.6.54+JHN.6.55+JHN.6.56+JHN.6.57+JHN.6.58+JHN.6.59">
 <div class="p">25Los que buscaban a Jes&#250;s lo encontraron al otro lado y le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;Maestro, &#191;cu&#225;ndo llegaste aqu&#237;?</div><div class="p"> 26Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Estoy seguro de que me busc&#225;is no por los milagros que hab&#233;is visto, sino porque comisteis pan hasta saciaros.#6,11. 27Deber&#237;ais preocuparos no tanto por el alimento transitorio, cuanto por el duradero, el que da vida eterna. Este es el alimento que os dar&#225; el Hijo del hombre, a quien Dios Padre ha acreditado con su sello.#6,50-51.54.58; Ef 1,13; 4,30; Ap 5,1; 7,3-4.</div><div class="p"> 28Ellos le preguntaron:</div><div class="p">&#8212;&#191;Qu&#233; debemos hacer para portarnos como Dios quiere?</div><div class="p"> 29Jes&#250;s respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Lo que Dios espera de vosotros es que cre&#225;is en su enviado.</div><div class="p"> 30Ellos replicaron:</div><div class="p">&#8212;&#191;Cu&#225;les son tus credenciales para que creamos en ti? &#191;Qu&#233; es lo que t&#250; haces?#2,18. 31Nuestros antepasados comieron el man&#225; en el desierto, como dice la Escritura: Les dio a comer pan del cielo.#Ex 16,15; Nm 11,7-9; Dt 8,3; Ne 9,15; Sal 78,24; 105,40.</div><div class="p"> 32Jes&#250;s les respondi&#243;:</div><div class="p">&#8212;Yo os aseguro que no fue Mois&#233;s el que os dio pan del cielo. Mi Padre es quien os da el verdadero pan del cielo. 33El pan que Dios da, baja del cielo y da vida al mundo.</div><div class="p"> 34Entonces le pidieron:</div><div class="p">&#8212;Se&#241;or, danos siempre de ese pan.#Mt 6,11; Lc 11,3.</div><div class="p"> 35Jes&#250;s les contest&#243;:</div><div class="p">&#8212;Yo soy el pan de la vida. El que viene a m&#237;, jam&#225;s tendr&#225; hambre; el que cree en m&#237;, jam&#225;s tendr&#225; sed.#4,14; 6,48.51.58. 36Pero vosotros, como ya os he dicho, no cre&#233;is a pesar de haber visto. 37Todo aquel que el Padre me conf&#237;a vendr&#225; a m&#237;, y yo no rechazar&#233; al que venga a m&#237;.#10,28; 17,2.6-7.24; Mt 11,28. 38Porque yo he bajado del cielo, no para hacer lo que yo deseo, sino lo que desea el que me ha enviado.#4,34; 5,30; Mt 26,39 y par. 39Y lo que desea el que me ha enviado es que yo no pierda a ninguno de los que &#233;l me ha confiado, sino que los resucite en el &#250;ltimo d&#237;a.#Mt 18,14; 6,44.54 (ver 11,24); 17,12; 18,9. 40Mi Padre quiere que todos los que vean al Hijo y crean en &#233;l, tengan vida eterna; yo, por mi parte, los resucitar&#233; en el &#250;ltimo d&#237;a.</div><div class="p"> 41Los jud&#237;os comenzaron a criticar a Jes&#250;s porque hab&#237;a dicho que &#233;l era &#171;el pan que ha bajado del cielo&#187;.#6,33.51.58; Ex 16,2-8. 42Dec&#237;an:</div><div class="p">&#8212;&#191;No es este Jes&#250;s, el hijo de Jos&#233;? Conocemos a su padre y a su madre. &#191;C&#243;mo se atreve a decir que ha bajado del cielo?#Mt 13,53; Mc 6,3; Lc 4,22.</div><div class="p"> 43Jes&#250;s replic&#243;:</div><div class="p">&#8212;Dejad ya de criticar entre vosotros. 44Nadie puede creer en m&#237; si no se lo concede el Padre que me envi&#243;; yo, por mi parte, lo resucitar&#233; en el &#250;ltimo d&#237;a. 45En los libros prof&#233;ticos est&#225; escrito: Todos ser&#225;n instruidos por Dios. Todo el que escucha al Padre y recibe su ense&#241;anza, cree en m&#237;.#Is 54,13; 1 Ts 4,9. 46Esto no significa que alguien haya visto al Padre. Solamente aquel que ha venido de Dios, ha visto al Padre.#1,18 (ver Mt 11,27). 47Os aseguro que quien cree,#6,47: quien cree: Numerosos mss., alguno de valor, dicen: quien cree en m&#237;. tiene vida eterna. 48Yo soy el pan de la vida.#6,31-35. 49Vuestros antepasados comieron el man&#225; en el desierto y, sin embargo, murieron. 50Este, en cambio, es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. 51Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivir&#225; para siempre. Y el pan que yo voy a dar es mi carne, entregada para que el mundo tenga vida.#6,33.58 (ver 10,11.15; 11,50-52; 15,13; 18,14; 1 Jn 3,16).</div><div class="p"> 52Esto suscit&#243; una fuerte discusi&#243;n entre los jud&#237;os, que se preguntaban:</div><div class="p">&#8212;&#191;C&#243;mo puede este darnos a comer su carne?</div><div class="p"> 53Jes&#250;s les dijo:</div><div class="p">&#8212;Os aseguro que, si no com&#233;is la carne del Hijo del hombre y no beb&#233;is su sangre, no tendr&#233;is vida en vosotros.#Mt 26,26-29 y par.; 1 Co 11,23-29. 54El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitar&#233; en el &#250;ltimo d&#237;a. 55Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. 56El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en m&#237;, y yo en &#233;l.#15,5; 1 Jn 3,24. 57El Padre, que me ha enviado, posee la vida y yo vivo gracias a &#233;l; as&#237; tambi&#233;n, el que me coma vivir&#225; gracias a m&#237;. 58Este es el pan que ha bajado del cielo, y que no es como el que comieron los antepasados y murieron; el que come de este pan vivir&#225; para siempre.</div><div class="p"> 59Todo esto lo ense&#241;&#243; Jes&#250;s en la sinagoga de Cafarna&#250;n.</div>
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 <div class="chapter ch9" data-usfm="DEU.9">
 <div class="label">9</div><div class="s1">La victoria es del Se&#241;or</div><div class="p"> 1Escucha, Israel: Ha llegado el momento de cruzar el Jord&#225;n e ir a la conquista de naciones m&#225;s numerosas y fuertes que t&#250;, ciudades inmensas y fortificadas, que casi tocan el cielo; 2sus habitantes son fuertes y de gran estatura, como los descendientes de los anaquitas, a los cuales ya conoces y de los que has o&#237;do decir: &#171;&#191;Qui&#233;n es capaz de hacer frente a los anaquitas?&#187;. 3Pero entiende hoy que es el Se&#241;or tu Dios el que avanzar&#225; delante de ti como fuego devorador, y los derrotar&#225; y destruir&#225; ante tu presencia. T&#250; los expulsar&#225;s y los aniquilar&#225;s r&#225;pidamente, tal como te ha dicho el Se&#241;or.#4,24.</div><div class="p"> 4Y cuando el Se&#241;or tu Dios los haya expulsado ante tus ojos, no vayas a pensar: &#171;El Se&#241;or me ha permitido tomar posesi&#243;n de esta tierra porque soy justo&#187;. Si el Se&#241;or los expuls&#243; delante de ti, es porque ellos son culpables. 5Si vas a tomar posesi&#243;n de esta tierra no es por tus m&#233;ritos ni porque seas mejor, sino que el Se&#241;or los expulsar&#225; delante de ti a causa de la propia maldad de ellos y para cumplir la alianza que jur&#243; a tus antepasados Abrah&#225;n, Isaac y Jacob. 6No te quepa duda de que, si el Se&#241;or te da esta f&#233;rtil tierra, no es por tus m&#233;ritos ni porque seas mejor, pues t&#250; tambi&#233;n eres un pueblo terco.#Ex 32,9; 33,3.5; 34,9; Jr 11,8.</div><div class="s1">La rebeli&#243;n de Israel en Horeb</div><div class="r">(Ex 31,18&#8211;32,35)</div><div class="p"> 7Recuerda esto y nunca olvides c&#243;mo encendiste la ira del Se&#241;or tu Dios en el desierto. Desde el d&#237;a en que saliste de Egipto hasta que llegaste a este lugar no hab&#233;is dejado de rebelaros contra el Se&#241;or. 8Hasta tal punto irritasteis al Se&#241;or en Horeb y tanto se enoj&#243; contra vosotros, que a punto estuvo de destruiros. 9Cuando sub&#237; al monte Horeb para recibir las tablas de piedra, las tablas de la alianza que el Se&#241;or sellaba con vosotros, yo permanec&#237; arriba, en el monte, cuarenta d&#237;as y cuarenta noches#Ex 24,15-18. sin comer ni beber. 10All&#237; el Se&#241;or me dio dos tablas de piedra en las que &#233;l mismo hab&#237;a escrito con su dedo#Ex 31,18. todas las palabras que os dijo en el monte, en medio del fuego, el d&#237;a de la asamblea. 11Pasados aquellos cuarenta d&#237;as y cuarenta noches, el Se&#241;or me dio las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza, 12y me dijo: Desciende enseguida del monte, porque tu pueblo, el que t&#250; sacaste de Egipto, se ha pervertido; muy pronto se ha apartado del camino que yo les hab&#237;a indicado, y se ha fabricado un &#237;dolo de metal fundido. 13Y a&#241;adi&#243; el Se&#241;or: Me estoy dando cuenta de que este pueblo es muy terco; 14d&#233;jame que los aniquile hasta que nadie los recuerde nunca m&#225;s. Despu&#233;s har&#233; que t&#250; des origen a una naci&#243;n m&#225;s numerosa y fuerte que la de ellos.#Ex 32,10. 15Yo me volv&#237; y descend&#237; de la monta&#241;a, que ard&#237;a envuelta en llamas, llevando en mis manos las dos tablas de la alianza.#Ex 32,15. 16Y cuando vi que, efectivamente, vosotros hab&#237;ais pecado contra el Se&#241;or vuestro Dios al fabricaros un becerro de metal, y os hab&#237;ais apartado muy pronto del camino que el Se&#241;or os hab&#237;a indicado, 17tom&#233; las dos tablas que tra&#237;a en mis manos y las arroj&#233; delante de vosotros haci&#233;ndolas a&#241;icos. 18Luego me postr&#233; ante el Se&#241;or, como ya hiciera antes, y durante cuarenta d&#237;as y cuarenta noches estuve sin comer ni beber, por causa del gran pecado que hab&#237;ais cometido haciendo lo que el Se&#241;or reprueba y provocando as&#237; su ira.#Ex 34,28. 19Ten&#237;a miedo del enojo y de la ira con que el Se&#241;or se enfureci&#243; contra vosotros hasta el punto de querer aniquilaros. Pero el Se&#241;or me escuch&#243; una vez m&#225;s.</div><div class="p"> 20Tan airado estaba el Se&#241;or con Aar&#243;n que incluso a &#233;l quiso aniquilarlo, pero tambi&#233;n en esa ocasi&#243;n intervine en su favor.</div><div class="p"> 21Despu&#233;s, agarr&#233; el objeto de vuestro pecado, el becerro que os hab&#237;ais fabricado, y lo ech&#233; al fuego y, una vez desmenuzado y convertido en ceniza, lo tir&#233; al torrente que baja de la monta&#241;a.</div><div class="p"> 22En Taber&#225;, en Mas&#225; y en Quibrot Hatav&#225;#Ex 17,7; Nm 11,3.34. provocasteis tambi&#233;n la ira del Se&#241;or. 23Y cuando el Se&#241;or os envi&#243; desde Cad&#233;s Barnea con esta orden: &#171;Id y tomad posesi&#243;n de la tierra que os he dado&#187;, os rebelasteis contra esa orden #1,21.26; Nm 13,25&#8211;14,38; 13,31; Heb 3,16. y no confiasteis en &#233;l ni le obedecisteis. 24&#161;Desde que os conozco, hab&#233;is sido rebeldes al Se&#241;or!</div><div class="p"> 25Como el Se&#241;or amenazaba con aniquilaros, me postr&#233; ante &#233;l y as&#237; estuve cuarenta d&#237;as y cuarenta noches. 26Entonces interced&#237; ante el Se&#241;or diciendo: Se&#241;or mi Dios, no aniquiles a tu heredad, a tu propio pueblo que con tu grandeza liberaste y sacaste de Egipto con gran poder. 27Acu&#233;rdate de tus siervos Abrah&#225;n, Isaac y Jacob. No tengas en cuenta la terquedad de este pueblo, su maldad ni su pecado, 28no sea que all&#237;, en el pa&#237;s de donde nos sacaste, digan: &#171;El Se&#241;or fue incapaz de hacerlos entrar en la tierra que les hab&#237;a prometido, o los sac&#243; por odio para hacerlos perecer en el desierto&#187;. 29Son tu pueblo y tu propia heredad, los que t&#250; sacaste de Egipto con gran poder y destreza sin igual.</div>
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 <div class="book bkPSA">
 <div class="chapter ch66" data-usfm="PSA.66.1+PSA.66.2+PSA.66.3+PSA.66.4+PSA.66.5+PSA.66.6+PSA.66.7+PSA.66.8+PSA.66.9">
 <div class="q">1Aclamad a Dios, tierra entera,#98,4.</div><div class="q"> 2cantad la gloria de su nombre,</div><div class="q">tributadle gloria y alabanza.#Ef 1,12.14.</div><div class="q"> 3Decid a Dios: &#171;&#161;Son admirables tus obras!&#187;.</div><div class="q">Por tu gran poder tus enemigos se rinden.</div><div class="q"> 4Ante ti se postra la tierra entera</div><div class="q">cant&#225;ndote, cantando tu nombre.#96,9. [Pausa]</div><div class="q"> 5Venid y contemplad las obras de Dios,</div><div class="q">su prodigiosa actuaci&#243;n con los humanos.#46,8.</div><div class="q"> 6Convirti&#243; el mar en tierra seca</div><div class="q">y andando atravesaron el r&#237;o.</div><div class="q">All&#237;, con &#233;l, nos llenamos de gozo.#114,3.5; Ex 14,16; Jos 3,15-17.</div><div class="q"> 7Con su poder gobierna por siempre,</div><div class="q">sus ojos vigilan a los pueblos,</div><div class="q">no podr&#225;n sublevarse los rebeldes. [Pausa]</div><div class="q"> 8Pueblos, bendecid a nuestro Dios,</div><div class="q">haced resonar su alabanza.</div><div class="q"> 9&#201;l es quien nos hace vivir,</div><div class="q">quien evita que nuestros pies tropiecen.</div><div class="q"> </div>
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Walk Through The Bible 365 - MarchMuestra

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