La receta

Imposible hacer una buena comida sin una buena receta. Es verdad que cuando uno cocina, siempre habrá un margen para innovar, probar alguna variante de la idea que estoy llevando adelante e inventar alguna cosa, pero aún así no nos apartamos del eje de la receta, pues si nos apartamos demasiado, corremos el riesgo de no obtener lo que buscábamos, sino otra comida totalmente diferente. La receta guía, enfoca y filtra. 

En la sala pensé y definí una visión y en la cocina la llevo adelante. 

La receta me enfoca en que niveles de esfuerzo deberé enfrentar, me guía en los pasos que debo dar y filtra los elementos que no voy a permitir en mi mesa. La receta definida entre todos, demanda compromiso con la vida familiar. 

Es muy difícil encontrar una familia con dos o tres décadas de convivencia, que no haya tenido problemas, o una familia de un año de vida que no haya tenido grandes desafíos. Muchas parejas, a los pocos años de casados, se divorcian porque no son capaces de resistir a los problemas. Toda familia desde que comienza hasta que se encuentra con el Señor, sostendrá luchas. Y todos, tendremos además luchas personales.

Crear y cuidar los compromisos de fe, es central. Como todo en nuestras vidas, un compromiso sólido con Dios hace toda la diferencia. Cuando ese ingrediente está en la receta, inevitablemente me lleva al encuentro y compromiso con el otro. El compromiso es esa responsabilidad que se tiene de salir adelante con el otro, tanto en las buenas como en las malas. No son sólo palabras, se demuestra con hechos muy concretos y visibles.

Los compromisos con las metas de la familia son más importantes que las búsquedas personales, que todos los miembros de mi familia tienen éxito es más valioso que mis logros personales. Buscamos una comida que todos disfruten y no solo yo. Compromiso con la receta es la frase para hoy.

En práctica

• ¿Dirías que está clara la visión de familia en tu casa? Escríbela en una frase que no lleve demasiados renglones.
• Oremos juntos: dios mío, renuevo mi compromiso con mi familia y mi participación en ella. Bendigo cada integrante de mi hogar oro para que todos nos mantengamos en acuerdo con lo que buscamos juntos.